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que es el pecado
La causa total y bastante de pecado es la intención, la cual es regulada en sus acciones, por la razón y actúa sobre los apetitos sensitivos. Las causas internas primordiales de pecado son la ignorancia, flaqueza o pasión, y la malicia. Ignorancia por la una parte de la razón, flaqueza y pasión por la parte del apetito sensible y malicia por la parte de la intención. Un pecado tiene cierta malicia en el momento en que la intención peca por su propio mérito y no bajo la predominación de la ignorancia o la pasión.
Es similar a eso que siente Dios con relación a nosotros cuando pecamos. Alén de que no ya no es nuestro Padre ni deja de querernos, nuestra relación con Él en alguna medida padece un poco y se crea un distanciamiento con Él. En la situacion de nosotros, los cristianos, el pecado no interfiere nuestro status legal frente Dios. Somos salvos, somos hijos Suyos por adopción, miembros de Su familia, y eso no podemos perderlo; no somos condenados. «Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús». Alén de que Dios no creó ni causó el pecado, sí creó un universo con criaturas que disfrutan de libre albedrío, lo que significa que esas criaturas podían inclinarse por obrar mal.
Dios Detesta El Pecado Él Afirma Que Nuestros Errores Nos Apartan De Él, Que Aquellos Que Pecan Ganan Su Paga
La Biblia emplea mucho más de una palabra para detallar esta experiencia universal de la separación y enajenamiento del hombre, de Dios. Las expresiones usadas tienen la oportunidad de ser clasificadas en 4 secciones principales. La esencia del inconveniente es, que por naturaleza, queremos agradarnos a nosotros.
Con el propósito de ganar una situación alta anhelada ciertos hombres se han envilecido renunciando a su integridad en lugar de ganancia o fama mundana. En el instante en que se sacrifican la piedad y la pureza en lugar de los bienes mundanos (Proverbios 23.5) hay polución de pecado y la pérdida no puede ser recobrada con nada que este mundo ofrezca. Lea la historia del hombre rico y Lázaro (Lucas 16.19–31) y asimismo la del rico insensato (Lucas 12.15–21).
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1864 “Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres pero la blasfemia contra el Espíritu Beato no será perdonada” (Mc 3, 29; cf Mt 12, 32; Lc 12, 10). No hay límites a la clemencia de Dios, pero quien se niega deliberadamente a acoger la clemencia de Dios mediante el arrepentimiento rechaza el perdón de sus errores y la salvación ofrecida por el Espíritu Santurrón . Similar endurecimiento puede conducir a la condenación final y a la perdición eterna. El pecado mortal necesita plena conciencia y entero permiso. Piensa el comprender del carácter pecaminoso del acto, de su oposición a la Ley de Dios.
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- Lo que sucede es que la definición bíblica mucho más simple para el pecado es “errar el blanco”.
Aun hoy, para el judaísmo no hay un pecado genérico a forma de naturaleza subyacente en los actos de los hombres, sino solo vulneraciones objetivas y específicas (no pensamientos o pretenciones del corazón) que se cometen de forma voluntaria. En cambio, según el Nuevo Testamento, y la tradición delcristianismo, hay una naturaleza pecaminosa en el ser humano, heredada de la primera transgresión de Adán. Esta expiación se hace válida para la persona mediante la fe en Jesucristo y un renacer espiritual. De esta manera puede vencerse esta naturaleza, y por ende, dejar de pecar. El protestantismo repudia la diferencia tradicional establecida en la teología católica entre los errores veniales y los pecados mortales. La teología católica clásico define un pecado mortal como un pecado que “aniquila” la felicidad en el alma y requiere renovar la justificación a través de el sacramento de la penitencia.
Las Escrituras dejan claro que Dios es santo, que no tolera el mal y no peca. Por lo tanto, el pecado no podía existir antes de hacer Él a los ángeles. La Biblia enseña que el pecado es universal, que todo humano —con salvedad de Jesús— fue y es un pecador. Tanto el Viejo como el Nuevo Testamento aseguran que todos somos pecadores y que no hay nadie que sea totalmente justo.
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El pecado venial es solo de manera imperfecta, contrario a la ley mientras que no es contrario al indispensable fin de ley, ni distancia al hombre de su fin al que está dirigido por la ley. (St. Thomas, I-II, Q. lxxxviii, a. 1; and Cayetano, I-II, Q. lxxxviii, a. 1, para el sentido de præter legem y contra legem de Sto. Tomás). El primer efecto del pecado mortal en el hombre es distanciarlo de su auténtico fin último, y privar su alma de la gracia santificante. El acto pecaminoso ocurre y el pecador es dejado en un estado de aversión frecuente de Dios. El estado pecaminoso es voluntario y también imputable al pecador, pues siempre y en todo momento se prosigue del acto de pecado que el libremente realiza, y prosigue hasta su satisfacción.
Cuando la ley de Dios se pronuncia en términos negativos, “No harás tal o cual cosa”, y nosotros hacemos lo que no está tolerado, pecamos. B. A continuación, el pecado es definido como una transgresión a la ley. A. En primer lugar, el pecado es la no conformidad o el no poder cumplir totalmente algo. El pecado puede ser ilustrado como un arquero que dispara una flecha y no da en el blanco. No se habla, como es natural, de deducir que es un asunto ética el no dar en el blanco en las competencias de tiro al blanco.
¿Qué debemos hacer para poder tener la seguridad de su perdón y la vida eterna? Solo requerimos aceptar el sacrificio de Jesús como válido para nosotros pidiéndole perdón por nuestros fallos y reconociéndolo como nuestro Señor y Salvador. Solo requerimos apropiarnos de ese regalo aceptando que Dios venga a ser Rey y Señor de nuestras vidas. Que ese acto de desobediencia abrió la puerta para que el pecado formara una parte de nuestras vidas. Desde ese momento, todos nacimos con la inclinación a desobedecer o llevar a cabo lo incorrecto enfrente de Dios. De determinado les digo que todos los fallos serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean; pero como desee que blasfeme contra el Espíritu Beato, no posee jamás perdón, sino más bien es reo de juicio eterno.