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Punto por punto sobre Juan

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Tú enciendes mi lámpara, oh SEÑOR; mi Dios que alumbra mis tinieblas. que el Cristo había de sufrir, y que por fundamento de su resurrección de entre los muertos, El debía ser el primero en proclamar luz tanto al pueblo judío como a los gentiles.

Dichoso el que de esta forma conversaba, pues sabía de qué forma y de dónde procedía su luz y quién era el que lo iluminaba. El veía la luz, no esta que muere al atardecer, sino aquella otra que no vieron ojos humanos. Las almas alumbradas por esta luz no caen en el pecado, no tropiezan en el mal.

la Luz Del Planeta

(37-41a) Ellos prueban que no son como su padre Abraham. No hay nada como la independencia que tenemos la posibilidad de tener en Jesús. El dinero no puede adquirirla, ningún estatus puede conseguirla. Ninguna obra puede ganarla, y nada puede comparársele.

Entendemos que la luz es necesaria para poder mirar las cosas, sin la luz nuestros ojos no servirían para nada y estaríamos siempre y en todo momento perdidos. En nuestro tiempo disponemos luz eléctrica y es algo cotidiano, pero en tiempos viejos la luz era muy valiosa. Hay un dicho que se usa en el momento en que nos encontramos pasando por adversidades o tristeza y depresión que dice “Existe una luz en el final del túnel”. Esto es porque de alguna forma enlazamos la luz con lo bueno y la oscuridad con lo malo.

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Al paso que la llama olímpica tiene su fuente en los rayos solares, Jesús, la luz de todo el planeta, es la fuente de nuestra luz. Nosotros sus leales, llevamos esa luz en nuestras vidas. El hombre natural anda en las tinieblas sin darse cuenta de su ceguera. Cuando alguien rechaza la presencia de la luz llega a ser una condenación de sí porque la naturaleza de la luz no cambia, reluce indiscriminadamente y sus efectos siguen siendo perceptibles. Esto resulta ser una llamada a un discipulado puesto en compromiso mientras que andemos con Dios. Queridos amigos, «Yo soy la luz de todo el mundo – vosotros sois la luz de todo el mundo», afirma el Señor.

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Estas cosas charló Jesús, y se fue y se ocultó de ellos. En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Vosotros sois de tu padre el diablo, y los deseos de tu padre deseáis llevar a cabo. El fue homicida desde el principio, y no ha permanecido en la realidad, porque no hay verdad en él. En el instante en que charla patraña, de de el charla; pues es mentiroso, y padre de patraña.

Estas expresiones charló en la tesorería, mientras enseñaba en el templo, y nadie lo prendió, por el hecho de que aún no había llegado su hora. Tengamos presente que la Vida Eterna son un conjunto de bendiciones que Dios otorga como adelanto de la vida en Gloria. “Ver la luz” en el evangelio de Juan significa contemplar a Dios, o sea entrar a la vida eterna. Por el hecho de que los hombres somos enclenques y tenemos la posibilidad de engañar y decir verdad; pero la luz no puede engañar. El hombre interior, de este modo iluminado, no vacila, prosigue recto su sendero, todo lo soporta. Esta luz verídica que viniendo a este planeta alumbra a todo hombre, el Hijo, revelándose a sí mismo, la da a los que lo se preocupan, la infunde a quien desea y cuando quiere.

Ya que si digo la verdad, ¿por qué razón vosotros no me creéis? El que es de Dios, las expresiones de Dios oye; por esto no las oís nosotros, pues no sois de Dios. Las escrituras hebreas a menudo charlan de la palabra de Dios como luz.

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Por ahora podría parecer el carpintero de Nazaret, un fuera de la Ley; pero va a llegar el día cuando el mundo Le verá como Juez, y va a saber quien es. De nuevo, los judíos no entendieron la declaración de Jesús (v. 19). Este versículo puede contener una referencia indirecta al nacimiento virginal. Los judíos se preguntaban dónde se encontraba el padre terrenal de Jesús.

Entonces podemos afirmar que el reino de Dios es un ida y vuelta, esto es tiene un doble sentido, el hombre se hace “hijo de Dios” o sea el hombre busca y vive los dones de Dios. Y por el otro “Dios se hace hijo del hombre” esto es los dones, las mejores de Dios se encarnan en Cristo. Cristo nos esta diciendo que el es la “luz”, la “guía de Dios”. Cristo personifica el Reino de Dios, encarna las mejores de Dios. El Reino de Dios es el orden divino de las cosas.

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