Antes de dar contestación a esta pregunta es interesante saber que Dios ha puesto eternidad en el corazón del hombre y que nuestra existencia no se termina en la tierra, aunque nuestro cuerpo mortal se estropea hasta llegar a la muerte mas no nuestro espíritu. Jesús, ya antes de ser entregado para fallecer en la cruz, charló a sus acólitos las próximas palabras:
Juan 14:1-cuatro No se angustie vuestro corazón; creéis en Dios, creed asimismo en mí. En casa de mi Padre muchas moradas hay; si de este modo no fuese, os lo hubiese dicho; voy, puesto que, a preparar sitio para vosotros. Y si me fuere y os preparare sitio, voy a venir otra vez, y os voy a tomar a mí, a fin de que donde estoy, asimismo estéis. Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino”.
Igualmente la Sagrada Escritura habla del averno, Jesús afirmó “Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el ánima no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el ánima y el cuerpo en el averno.” Mateo 10:28
En los dos textos podemos ver que para todo hombre hay un destino final y va a haber un instante en el que todos nos presentaremos delante de Dios y vamos a dar cuenta de nuestras obras y un juicio justo determinará a qué sitio vamos a ir. La biblia afirma en Apocalipsis 20:12 “Y vi a los fallecidos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el que es el libro de la vida; y fueron juzgados los fallecidos por las cosas que estaban escritas en los libros, conforme sus obras”.