Nuevo Artículo Revela lo que debe entender sobre Jose Hijo De Jacob y por qué razón tienes que accionar hoy

jose hijo de jacob

En el instante en que llegaron a Egipto, no reconocieron a su hermano tras las lujosas ropas de aquel visir frente el que, como en algún momento lo soñó José, se postraron. Pasaron un par de años considerablemente más, si bien no afirma el relato cuánto tiempo llevaba en este momento el pobre en la prisión. Entretanto, ahora en Egipto, José era vendido a Potifar, capitán de la guarda del faraón. “Vendamoslo a los ismaelitas, pero no le pongamos las manos encima, ya que es nuestro hermano, nuestra carne”, fue la sugerencia de Judá. Rubén, el mayor de todos, era también el menos malo, aceptó lo de la cisterna pero le salvó la vida. Lo primero a tener en consideración es que, los hechos de la vida de José fueron puestos por escrito un milenio tras ocurridos, advierte el instructor y asimismo historiador Sergio Prudencstein, especialista en Medio Oriente.

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Génesis 39

y tras ellos van a venir siete años de apetito, y se olvidará toda la abundancia en la tierra de Egipto; y el apetito asolará la tierra. Las siete vacas buenas son siete años, y las siete espigas buenas son siete años; los 2 sueños son uno. Después sus hermanos fueron a apacentar el rebaño de su padre en Siquem. Y sus hermanos le tenían envidia, pero su padre meditaba sobre lo dicho. Y José tuvo un sueño y en el momento en que lo contó a sus hermanos, ellos lo odiaron aún mucho más. Y Jacob habitó en la tierra donde había peregrinado su padre, en la tierra de Canaán.

empezó a bendecir la vivienda de Potifar por causa de José. Todos los temas de la vivienda marchaban bien, y las cosechas y los animales prosperaron. Eso agradó a Potifar, quien pronto nombró a José su asistente personal. Lo puso a cargo de toda su casa y de todas sus pertenencias.

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• Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos; y después sus hermanos hablaron con él.
• Pero José se incordió en el instante en que vio que su padre puso la mano derecha sobre la cabeza de Efraín.

Por otro lado, la intención de esta sistematización es didáctica. “Es primordial tener en consideración eso por el hecho de que si no, nos fuimos a la literalidad, y eso supone problemas”, dice Prudencstein. José murió a los ciento diez años de edad y los egipcios lo embalsamaron, y pusieron su cuerpo en un ataúd en Egipto.

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Él aceptó, a condición de que los restos mortales fueran llevados de nuevo en el momento en que el pueblo retornase a Canaán. Cuando los esclavos estaban llenando de trigo las alforjas de los hermanos, José decidió ponerlos a prueba y también introdujo su copa de plata en las alforjas de Benjamín. En el momento en que los hermanos en este momento se iban de la región, fueron logrados por los soldados, que los acusaron del hurto de la copa. Estos negaron el hecho, pero los soldados revisaron las alforjas y, para sorpresa de los hijos de Jacob, la copa apareció en la de Benjamín.

El Faraón lo logró gobernador de ámbas viviendas y que todo se pueblo le obedecerá; sólo el Faraón sería mayor que él. Para finalizar, el Faraón le entregó por esposa a Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On. En el momento en que sacaron a este de la prisión, le cortaron el pelo y le brindaron ropas nuevas antes de presentarse frente al Faraón. Este le conto sobre su sueño y que no había quien lo interpretase. José le respondió que era Dios el que daría una contestación favorable al Faraón. El Faraón le ha dicho el sueño y José mencionó que habría siete años de riqueza y abundancia y siete años de apetito.

De ahí que, cada vez que tenía relaciones íntimas con la mujer de su hermano, vertía el semen en el suelo. Con el transcurso del tiempo, Judá arregló que Er, su hijo mayor, se casara con una joven llamada Tamar. Entonces los hermanos mataron un cabrito y mojaron la túnica de José con la sangre. Entonces, en el momento en que se acercaron los ismaelitas, que eran mercaderes madianitas, los hermanos de José lo sacaron de la cisterna y se lo vendieron por veinte monedas de plata.

Su consejo de agarrar el maíz durante los siete años de abundancia coincide con las instituciones egipcias, en tanto que todas y cada una de las ciudades esenciales tenían graneros. La investidura de José y el cambio de nombre en su elevación, tienen la posibilidad de ser fácilmente ilustrados citando a los monumentos egipcios. La ocurrencia de hambrunas de larga duración, los triunfantes sacrificios realizados para abastecer de maíz al pueblo un año tras otro de por vida, halla su paralelo en las inscripciones descubiertas recientemente. La acusación de ser espías que realizó José contra sus hermanos fue natural habida cuenta de las precauciones que se conoce fueron adoptadas por las autoridades egipcias para la seguridad de su frontera oriental. Aun la edad de 110 años donde José murió semeja haber sido considerada en Egipto—como lo demuestran múltiples papiros—como la edad mucho más especial deseable. Fue en la tierra de Gosén, un distrito pastoral a unas 40 millas al noreste de El Cairo, que José invitó a su padre y hermanos a establecerse.

También le envió a su padre diez burros cargados con los más relevantes productos de Egipto, y diez burras cargadas con grano, pan y otras provisiones que necesitaría para el viaje. Díganle a mi padre sobre la situación de honor que tengo aquí en Egipto. Descríbanle todo cuanto vieron y, después, traigan a mi padre aquí lo mucho más próximamente posible». Por ende, fue Dios quien me envió a este lugar, ¡y no ustedes! Y fue él quien me logró asesor del faraón, administrador de todo su palacio y gobernador de todo Egipto.

Los hijos de Benjamín fueron Bela, Bequer, Asbel, Gera, Naamán, Ehi, Ros, Mupim, Hupim y Ard. Los hijos de Raquel, mujer de Jacob, fueron José y Benjamín. Los hijos de Gad fueron Zefón, Hagui, Suni, Ezbón, Eri, Arodi y Areli. Esos fueron los hijos de Lea y Jacob que nacieron en Padán-aram, aparte de su hija Dina. Los descendientes de Jacob a través de Lea fueron treinta y tres.

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