Novena de San José

Su ayuda es necesaria en nuestros días cuando el enemigo de Dios ha dirigido su ataque contra la familia para profanarla y destruirla. Ante estos males, como patrón de las familias, tenga el agrado de ayudar; y san alejo como antaño, te levantaste para salvar al Niño ya su Madre, así hoy te levantas para proteger la santidad del hogar. Haz de nuestros hogares santuarios de oración, de amor, de paciente sacrificio y de trabajo.

Y como sé que fuiste nombrado por el Padre Eterno para ser el jefe de la Sagrada Familia en la tierra, y deseo ser uno de sus devotos servidores y amigos, te ruego que me admitas en ese número. San José en una figura imperdible cuando pensamos en la vida y obra de Jesús. Aunque probablemente ya estaba muerto cuando Jesús comenzó su misión, es cierto que su papel de esposo de María y padre adoptivo de nuestro Salvador lo ubica entre los santos más importantes adorados por la iglesia católica.

Su popularidad surge por varias razones. Así lo describe también el evangelio de Mateo. Solo, porque no quiso repudiar y negar públicamente a María cuando se enteró de su milagroso embarazo. Amaba y respetaba a María como lo haría el esposo más devoto, protegiéndola de los peligros, velando por ella, siempre atento y presente, y de la misma manera crió a Jesús como un hijo, tratando de transmitirle todos sus conocimientos, haciéndolo sentir.

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La bondad infinita de nuestro Salvador, quien lo amó y honró como Su padre en la tierra, no puede rechazar ninguna petición ahora en el Cielo. Oh glorioso patriarca, casto esposo de la gran Madre de Dios y padre adoptivo de mi Señor Jesucristo, mi amado San José, confiado en la grandeza de tu santidad e inflamado por el amor que Jesús y María te mostraron, te elijo.

Alégrate también, querido San José, de aceptar esta entrega de mí mismo que ahora te hago. Me dedico a ti lo que ahora hago, para que siempre seas san alejo mi padre, mi patrón y mi guía en el camino de la salvación. Obtén para mí una gran pureza de corazón y una ferviente devoción a la vida interior.

• Siguiendo tu ejemplo, ¡haga todas mis acciones para la mayor gloria de Dios, en unión con el Divino Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María!
• QUERIDO San José, me consagro a tu honor y me entrego a ti, para que seas siempre mi padre, mi protector y mi guía en el camino de la salvación.
• Oh querido San José, me consagro a tu honor y me entrego a ti, para que seas siempre mi padre, mi protector y mi guía en el camino de la salvación.
• La bondad infinita de nuestro salvador, que te amó y te honró como su padre en la tierra, no puede negarte ninguna petición ahora en el cielo.
• Consígueme una gran pureza de corazón y un ferviente amor por la vida interior.

Haz que, siguiendo tu ejemplo, pueda dirigir todas mis acciones hacia la mayor gloria de Dios, en unión con el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María y en unión contigo. Finalmente ruega por mí para que pueda ser partícipe de la paz y la alegría que fueron tuyas en la hora de tu santa muerte. Hay quienes ya han sido bendecidos con padres amorosos en sus vidas, y otros que no lo son. Podemos tomar este día de fiesta para honrar a nuestros padres y bendecirlos sin importar la situación. Mi pedido a San José fue simplemente: “Por favor, dame un padre que me guíe como lo hiciste con Jesús”.

Ejemplo de una novena de 30 días a San José

Dios no me envió a mi verdadero padre, pero me envió a muchos otros padres a través de la Iglesia. Suena infantil que un adulto haga una petición así, pero yo creía que lo que Dios quiere para nosotros es hablar desde el corazón. Una oración infantil del corazón es todo lo que se necesita para recibir bendiciones.

Porque Dios nos ama incondicionalmente. Ruego su compasiva intercesión y apoyo en esta, mi necesidad presente. Creo firmemente que eres muy poderoso cerca del trono de Dios, quien te eligió como padre adoptivo de Su amado Hijo, Jesucristo.

Que sigan el modelo de los suyos en Nazaret. Quédate con nosotros con Jesús y María, para que con tu ayuda obedezcamos los mandamientos de Dios y de la Iglesia; recibir los santos sacramentos de Dios y de la Iglesia; vive una vida de oración; y fomentar la instrucción religiosa en nuestros hogares. Concédenos que podamos reunirnos en el Reino de Dios y vivir eternamente en compañía de la Sagrada Familia en el cielo. Querido San José, como el mejor de los padres, como el que Dios eligió para ser el padre virginal de Jesús, creo que sabes lo que necesito mejor que yo mismo. Te doy permiso para que me cuides como tu hijo.

Revelación privada sobre San José

este día, en su presencia, para ser mi protector especial, abogado y mecenas, y me propongo firmemente mantener esta devoción por ti siempre ardiendo en mi corazón. Y como sé que fuiste designado por oraciones a la virgen maria el Padre Eterno para ser el jefe de la Sagrada Familia en la tierra, y deseo ser uno de sus devotos servidores y amigos, te ruego que me admitas en ese número. Te pido que me admitas en ese número.

parte de una familia cariñosa y cercana. Joseph era un hombre especial, tal vez solo por su sencillez. La fortuna que tuvo su culto desde la antigüedad probablemente radica en el hecho de que era un hombre común, con quien cualquiera podía identificarse fácilmente. Sin duda, un gran papel en el hecho de ser un hombre común fue el hecho de que era un gran trabajador. También oro por todas las familias cristianas.