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lucas 15 11 32
“Muchos años hace que te sirvo, no habiéndote desacatado nunca, y jamás me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero en el momento en que vino este hijo tuyo, que ha consumido tus recursos con putas, has hecho matar para él el becerro gordo.” El hijo mayor está lleno de reproches; le reprocha los años que tiene de servirle, en que en teoría nunca recibió “nada”. Se expone como un hermano vacío de amor, lleno de resentimiento y de envidia, y guarda relación su hermano como “este hijo tuyo,” exponiendo una actitud rebelde. El hijo menor dilapidó toda la herencia “viviendo perdidamente.” ¿Cuántos no hacen lo mismo, desaprovechando la vida en cosas que no son de beneficio?
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¡quita Bicho De La Vivienda De Mi Padre! (juan 2,13
Cada escena ilustra un acrecentando de pérdida severo. De las ovejas se perdió el 1%, de las monedas se perdió el diez%, y de los hijos se perdió el 50%. Algunos han criticado esta parábola por visto que asemeja realizar del arrepentimiento algo además de Jesús y la obra de la cruz. Pero debemos ver a Jesús como el camino, el mismo sendero al Padre. El pródigo nunca puede venir a Dios el Padre, a menos, que venga por el Hijo.
La llamada ‘parábola del hijo pródigo’, o mejor, la parábola del padre bueno, pertence a las páginas más hermosas de la Biblia, y quizá de la literatura. Es un artículo que sigue de pie a pesar de todos los pecados e infidelidades de los hombres. En el momento en que todo semeja haber perdido su sentido, en el instante en que el mal triunfa y se enseñorea de la propia vida, cuando la noche obscura atenaza el alma, la parábola del padre bueno sostiene estable su convidación a la reconciliación, su perdón indestructible y descarado. Siempre y en todo momento hay una salida, siempre y en todo momento y en todo momento, asemeja ser el mensaje que Dios desea chillar a nuestros tímpanos embrutecidos con esta parábola. El padre reafirma al hijo mayor que la presencia del hijo menor no interfiere el afecto del padre por el hijo mayor ni la herencia del hijo mayor. Los 2 están seguros, y siempre y en todo momento lo estuvieron.
Tenemos la posibilidad de imaginar su pulso acelerándose al primer vistazo, mucho antes que logre detectar a su hijo seguramente. Aprieta los ojos y, tal vez, solicita a uno de sus esclavos de pegar una ojeada. En el instante en que para finalizar se atreve a opinar que este es su hijo, su corazón se llena con compasión y sus ojos con lágrimas.
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lucas 15 11 32
Representa a Dios Padre y fundamentalmente su atributo de clemencia. Desde el comienzo de la parábola se nos lanza una enseñanza, el padre tenía 2 hijos. Aquí los 2 hijos representan a la raza humana entera, uno a los pecadores que se alejan de la voluntad del Padre y el otro a los que se someten a esta, pero los dos son merecedores de la herencia paterna. La parábola del Padre Fabuloso, tiene paralelos importantes en el AT, con el libro de Oseas.
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El abrazo hace que nos sintamos aceptados y redimidos, que recobremos nuestra identidad y dignidad de hijos estimados. Son mundos en los que es bueno discernir la falsa esperanza que reemplaza a la Verídica Promesa. Pues este hijo mío se encontraba fallecido, pero en este momento volvió a la vida; se había perdido, pero ahora lo hemos encontrado.” Así que empezaron a efectuar celebración. Poco después el hijo menor juntó todo lo que tenía y salió a un país lejano; allí vivió desenfrenadamente y derrochó su herencia. La Biblia asegura “En el instante en que aún se encontraba lejos, le vio su padre y fue movido a clemencia”.
- Jesús era popular como profeta y profesor, pero no se encontraba encerrado en las disputas de los principales partidos religiosos.
- 32Mas era exacto llevar a cabo celebración y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.
Del mismo modo los fariseos preferían que los judíos no religiosos, los pecadores- preferían que ellos muriesen sin esperanza que entran en el reino de los cielos. Cristo debía corregir a estos religiosos- a fin de que entendiesen que tan enorme es el cariño de Dios. La parábola del hijo pródigo es una historia contada por Jesús que es tan habitual, que en cualquier rincón del cristianismo lo enseñan con ganas y continuidad, sea la denominación que sea, es territorio universal para los cristianos.
De las parábolas de los Evangelios esta se encuentra en las 4 mucho más representadas en el arte medieval, adjuntado con las de las diez vírgenes, la del rico y Lázaro y la del Buen Samaritano. En el Renacimiento son representadas distintas ocasiones de la parábola –la exigencia de la partición de la herencia, realizando un trabajo con los cerdos, y el regreso-, el Hijo Pródigo se convirtió en el tema tradicional. 32Pero era preciso hacer celebración y regocijarnos, pues este, tu hermano, estaba muerto y volvió a la vida; estaba perdido y fué hallado».
El padre precisamente ilustra el amor de Dios. Su amor permitiría rebelión y respetaría la intención del hombre. El padre sabía realmente bien que pasaría as u hijo, pero leo dejó ir por su camino de cualquier manera. Los rabíes creían que Dios recibiría a un pecador que viniese a él instantaneamente. Pero en la parábola del pastor y la oveja, Jesús enseña que Dios busca a los que aun están perdidos. Pero era menester llevar a cabo fiesta y regocijarnos, por dado que este, tu hermano, fallecido era y ha revivido; se había perdido y fue hallado.
Y su hijo mayor estaba en el campo, y en el momento en que vino y se acercó a la vivienda, oyó música y danzas. 30pero en el instante en que vino este hijo tuyo, que ha consumido tus recursos con putas, mataste para él el becerro engordado». 25Y su hijo mayor estaba en el campo, y cuando vino y se acercó a la vivienda, oyó música y danzas. 30Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordito. Es en esta situación, en el momento en que ha tocado fondo, que el jóven se rencuentra consigo mismo y se le abren los ojos, y aquella vida que en otro tiempo deseó dejar, en este momento le parece un paraíso. Allí comienza su vuelta, el retorno, su conversión.
