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lucas 5 1-11

Estos son los hilos, los nudos de que están fabricadas las redes, capaces, resistentes, preciosas. Estas son las redes más seguras y eficientes para convencer a las almas con la claridad de la visión de la doctrina apostólica, para llevarlas al fervor, a la santificación y a la alegría. Sí, asimismo nosotros predicamos a Cristo. “Ningún otro nombre hay bajo el cielo dado a los hombres, por el que tengamos la oportunidad salvarnos” . «Estáis sin miedo, en adelante estos son los hombres que vas a tomar» (cf. Lc 5,diez).

Estaba Jesús al costado del lago de Genesaret y la multitud se agolpaba a su alrededor para oír la palabra de Dios. 2 Y vio 2 barcas que estaban a la orilla del lago; los pescadores habían bajado de ellas y estaban lavando las redes. 3Entonces, subiendo a entre las barcas, que era de Simón, le suplicó que la apartase algo de tierra.

J Fitzmyer, El Evangelio Según San Lucas: Simón, El Pescador; La Pesca

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Aquí queremos hacer tan solo un paseo por el artículo lucano en vista de su predicación. Jesús, gracias por el hecho de que hoy tengo la posibilidad de implorarte que ingreses a la barca de mi vida. Por intercesión de tu Madre muy santa, deseo separarme de mis intranquilidades y de todo cuanto me distraiga o no permita escucharte en esta oración. Las Iglesias deberían mudar sus pieles, volverse humildes y crecer en la Felicidad. Deberían liberarse para celebrar el Dios de los nuevos principios.

He hablado el día de la Epifanía; he echado las redes y no he pescado nada. Quisiese que tú me mandes echar las redes. La seguridad en uno mismo no vale nada al tiempo que la humildad es fecunda. Los apóstoles, que hasta el día de hoy no habían pescado nada, a la voz del Señor, capturaron un sinnúmero de peces. Hay prueba arqueológica de que los peces extraídos del mar de Galilea fueron grabados. Entonces Jesús tomó como su acólito el recaudador de impuestos que se llevó el dinero de Pedro, Santiago y Juan y los otros pescadores entre los seguidores.

Entonces, para Pedro ese “mar adentro”, era solo las aguas del lago de Genesaret. Son los hombres y mujeres de corazón fácil que ponen su confianza en el Señor; que navegan por los, a veces procelosos mares de la vida buscando un faro que los guíe, una promesa que dé sentido a su caminar. En otras expresiones, Jesús no únicamente enseñó la palabra de Dios al tiempo que se encontraba sentado en la barca (vv. 1, 3); sino por sus acciones y expresiones les mostró algo de lo que Él espera que hagan sus seguidores para ganar personas a la fe. La gente se ha agolpado cerca de Jesús para oírlo. Es casi imposible charlar y el Señor busca un lugar estratégico para hacerse oír.

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“La cosa empezó en Galilea”, predica Pedro en Hechos 10,37. El evangelio no solo tiene un punto de partida en el Bautismo de Jesús (Lc 3,21-22) o en el discurso en la sinagoga de Nazareth (Lc 4,16-22), sino más bien de forma particular en el llamado de los primeros acólitos en el lago de Genesaret . Se puede decir, entonces, que la cosa empezó a orillas del Lago. Y cuando las barcas llegaron a tierra, adejándolo todo, ble prosiguieron. Y entró en una de esas barcas, la que era de Simón, y le suplicó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la gente. al costado del lago de aGenesaret, la gente se agolpaba cerca de él para oír la palabra de Dios.

Ellos también abandonan todo para continuar a Jesús. “Y entrado en uno de estos barcos, el cual era de Simón, le rogó que lo desviase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde el barco á las gentes” (v. 3). Esta es la primera oportunidad que hace aparición Simón en este evangelio, y fue su primer acto de obediencia. Dada su fatiga y frustración, no tenemos la posibilidad de esperar que Simón estuviera en el mucho más destacable estado anímico en este momento. Se encontraba listo para irse a casa, y no de regreso a su bote.

• Por exactamente exactamente la misma razón, en sus principios, el Señor no pronuncia palabra dura ni molesta, como en el momento en que Juan charla del hacha y del árbol cortado.
• Esto probó la determinación y la fe de los amigos del paralítico.

Sálvame de mi complacencia, de establecerme en una vida rutinaria. Ábreme a aceptar Tu mano en mis encuentros diarios. 11Así que llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, prosiguieron a Jesús. 5—Maestro, estuvimos haciendo un trabajo duro toda la noche y no hemos pescado nada —le respondió Simón—. Pero, como tú me lo mandas, voy a echar las redes.

“Rema lago adentro”, esto es en la mar adentro de los debates. ¿Hay abismos comparables a “…la profanidad de riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios” a la proclamación de la filiación divina? … La Iglesia es conducida por Pedro en la mar adentro del testimonio, para contemplar al Hijo de Dios resucitado y al Espíritu vertido. “Nada desconcertados los religiosos de la época del Señor mucho más que en su comida y la bebida en concepto de familiaridad con los publicanos y pecadores. Fue entre los hombres como el gran médico”. Debido a que Pedro era un pescador tan experimentado, y por el hecho de que sabía cuán dañinos eran las condiciones, mucho más sabia lo que era u colosal milagro.

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Por eso es de escencial importancia la estima recíproca entre quienes realizan juntos una misión, sin esconder las limitaciones de cada uno y aprovechando las especificaciones de cada quien para lograrla. 1 En una ocasión, la multitud se amontonaba cerca de Jesús para sentir la Palabra de Dios, y él se encontraba de pie a la orilla del lago de Genesaret. Reprenderé asimismo por nosotros al devorador, y no les destrozará el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, asegura Jehová de los ejércitos.

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