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Pues si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado. Pues si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los fallecidos, te salvarás. Por el hecho de que si confesares con tu boca a Jesús como Señor y creyeres en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, vas a ser salvo. Por visto que te salvarás si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los fallecidos. Ya que, si confiesas con tu boca que Yeshúa es Señor y crees en tu corazón que Di-s le resucitó de entre los muertos, serás salvo.
Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los fallecidos, vas a ser salvo. Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, vas a ser salvo. que si confiesas con tu boca a Jesús Señor, y crees en tu corazón que Dios Lo resucitó de entre los muertos, serás salvo. Ya que si declaras públicamente aquella ‘palabra en tu boca’, que Jesús es Señor, y en tu corazón ejerces fe en que Dios lo levantó de entre los muertos, vas a ser salvo. Ya que si confesareis con tu boca al Señor Jesús , y creyeres en tu corazón que Dios le ha resucitado de entre los fallecidos, vas a ser salvo.
Biblia Del Jubileo 2000 (grátis)
No tenemos que subir al Cielo para obtener la justicia. No tenemos que bajar al abismo para conseguir la justicia. La justicia que queremos está aquí en nuestra boca y en nuestro corazón, conforme hablamos y suponemos en la palabra de fe. es usado normalmente para demostrar que una vez que hemos confesado con nuestra boca que Jesús es Señor, y que suponemos en nuestro corazón que Dios lo levantó de entre los fallecidos, entonces iremos al Cielo.
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Vas a ser salvo si reconoces abiertamente que Jesús es el Señor y si crees de todo corazón que Dios lo levantó de la desaparición. si confiesas con la boca que Jesús es Señor, si crees de corazón que Dios lo resucitó de la desaparición, te salvarás. Que ſi confeßares con tu boca àl Señor Ieſus, y creyeres en tu coraçon q̃ Dios lo leuantó de los fallecidos, ſeras ſaluo. Ya que si ustedes reconocen con su boca que Jesús es el Señor, y si creen de corazón que Dios lo resucitó, entonces se librarán del castigo que meritan.
Así que la fe viene como producto de oír el mensaje, y el mensaje que se escucha es la palabra de Cristo. De hecho, Cristo es el objetivo de la ley, a fin de que todo el que cree reciba la justicia. No conociendo la justicia que proviene de Dios, y tratando detallar la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios.
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9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los fallecidos, vas a ser salvo. diez Pues con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. que si confiesas con tu boca que Yahoshúa es el Profesor, y si crees en tu corazón que Elohim lo levantó de entre los muertos, te salvarás. que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y si crees en tu corazón que Dios le levantó de entre los muertos, serás salvo.
Significa que la salvación opera solo en el presente. Lo que haces en este momento es lo que les atrae a Dios y a Satanás. Recuerda, Ezequiel nos dijo que si un justo se desvía de su buena conducta y hace lo malo, no se recordará ninguna de sus obras justas. Y al revés, si un maligno empieza a practicar la integridad y la justicia, su maldad no va a ser recordada.
Esto realmente contradice el obsequio gratuito de la justificación mediante la fe sola. que a través de El sois fieles en Dios, que le resucitó de entre los muertos y le dio gloria, de manera que vuestra fe y promesa sean en Dios. 10Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo.
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Por visto que con el corazón se cree para justicia; mas con la boca se hace confesión para salud. “La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu propio corazón”,+ o sea, “la palabra” de la fe, que nosotros predicamos. Que si confiesas con tus labios que Jesús es el Señor, y si crees de corazón que Dios lo levantó de entre los fallecidos, te salvarás. Que si hicieres joda´a (confesión) con tu boca acerca de nuestro adón, Iejoshúa, y creyeres en tu lev que Elojim le levantó de los metim, seras liberado. Que si confesares con tu boca al Señor Jesus, y creyeres en tu corazon que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Pues con el corazón se cree para justicia; mas con la boca se hace confesión para salvación. 10Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. No suponemos en nuestro corazón que Dios Lo levantó de entre los fallecidos en una solo ocasión. Cada momento de cada día seguimos suponiendo en nuestro corazón que Dios ha levantado a Cristo de entre los muertos.
