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carta a los romanos
En estos versículos finales del capítulo 1 Pablo enseña de qué forma los gentiles penetraron en las terribles tinieblas que los cubren y de qué forma la ira de Dios se reveló en contra suya. Nótese los pasos decadentes en la crónica de los gentiles. (Véanse 1 Co 15.1–4, en donde las «Escrituras» por supuesto significan los escritos del AT, puesto que el NT únicamente se empezaba a redactar.) Al relacionar el evangelio con el AT, Pablo apelaba a los leales judíos que leían su carta. En la conclusión, pone aún mucho más en vigencia la santidad por medio de exhortaciones prácticas. En este punto en la carta, Pablo ha terminado de desarrollar su trámite de razonamiento ética. En este momento hace una pausa para charlar de determinadas implicaciones que surgen de ella en el contexto único de las iglesias romanas, concretamente, en las discusiones entre los fieles.
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Apuntes De Romanos
Pablo emplea el pronombre “yo” para describir mucho más dramáticamente la impotencia del hombre no redimido por Cristo frente a las solicitudes de la Ley, y para apuntar la función que le se ajusta a ella en los designios de Dios. La “gloria”, en sentido bíblico, es la “presencia” misteriosa del Dios santurrón, que actúa al hombre de una forma poco a poco más íntima como el bien más particular de los tiempos mesiánicos. Los santuarios paganos, que habituaban a contener bienes valiosísimos, eran muchas veces saqueados, y a veces los judíos intervenían en el saqueo. Pablo se dirige a los judíos, primero en forma velada (vs. 1-16) y luego, abiertamente (2. . 20). 3 Saluden a Prisca y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús. 4 Ellos arriesgaron su crónica para salvarme, y no solo yo, sino también todas las Iglesias de origen pagano, tienen con ellos una deuda de gratitud.
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La Fe
En el caso de Pablo había una razón instantánea a fin de que hiciese hincapié en la obediencia civil. Palestina, y especialmente Galilea, se encontraba bullendo todo el tiempo de insurrección. b) La mejor manera de ganarnos a un individuo es manejarla con amabilidad en vez de vengarnos. La venganza puede quebrantar su espíritu; pero la amabilidad quebrantará su corazón. “Si somos afables con nuestros contrincantes – dice Pablo -, eso amontonará brasas sobre su cabeza”.
La palabra que utiliza para amoldarnos al mundo es sysjématízesthai, de donde viene la palabra española “esquema”, que significa forma exterior que cambia… Pablo recomienda que nos nos acomodemos a los esquemas variables de todo el mundo. Esta es una exigencia propia del cristianismo cristiana. Ya vimos que eso es lo que nunca aseveraría un heleno. Para él, lo que importaba era el espíritu; el cuerpo no era mucho más que una prisión, algo repudiable y vergonzoso. Pero el católico sabe que su cuerpo pertenece a Dios tanto como su alma, y que puede ser útil a Dios tanto con su cuerpo como con su cabeza o su espíritu. Dios le dio al hombre una mente, y el hombre está obligado a usarla para pensar las cosas hasta donde consigua lograr su pensamiento.
carta a los romanos
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- Las estadísticas nos dicen que en promedio el 43% de gays comunican que ellos tuvieron 500 o más compañeros sexuales en toda su vida, y solo el 1% de los gays comunican que tuvieron 4 o menos compañeros sexuales en toda su historia.
- Podríamos apreciar nuestras reacciones comunalmente con nuestro conjunto pequeño o con otra gente de la iglesia, pero probablemente ellos no entenderán realmente bien nuestro trabajo.
Pablo siempre y en todo instante firmaba sus cartas, con su «firma de felicidad» (2 Ts 3.17–18), y de esta manera lo realiza aquí en el versículo 24. Probablemente lo logró para añadir en lo personal esta colosal doxología que destaca el misterio de la Iglesia. Los profetas que relata en el versículo 27 son los del NT, a través de los que Dios descubrió las verdades de la Iglesia y el evangelio de la felicidad. Véanse Hechos 13.1, 15.32, 21.diez; 1 Corintios 12.28–29, 14.29–32, Efesios 2.20, 3.5 y 4.11. En los versículos 19–21 Pablo tiene relación a Proverbios 25.21, 22 y a Deuteronomio 32.35.
Ciertos han intentado representarse estos sentimientos como contradictorios y complejos. Pero la auténtica concepción del apóstol declara que su lenguaje está muy, muy claro. Por un lado, sostiene que la fe y la felicidad son distintas de la Ley, y, dirigiéndose a quien citaba su estirpe natural y la observancia de la ley como un supuesto derecho a la salvación, insiste sin ocasión alguna de confusión en la gratuita divina de la gracia. Pero Pablo pone de relieve que, según con la palabra de Dios, Israel es el primer llamado a la salvación, proclamando explícitamente la prioridad que se le mostró. Pablo reconoce de buena gana el celo del pueblo por las cosas de Dios aunque sea un celo equivocado en su dirección.
Este es el problema que Pablo trata de solucionar en estos episodios, complicados y bien difíciles. La palabra que emplea Pablo para otro es héteros, que significa realmente diferente. La desaparición, lejos de ser una separación, es únicamente un paso hacia una mucho más íntima unión; no es el final, sino más bien la puerta que nos ofrece ingreso a la presencia de Jesucristo. a) Ni la aflicción, ni las penalidades de la vida, ni el riesgo nos tienen la oportunidad de dividir (versículo 35). Los desastres de todo el mundo no apartan de Cristo al que es de el, sino más bien le aproximan mucho más a Él. Y después, con escandalo de poeta Pablo prosigue diciendo que nada nos puede dividir del amor de Dios que se nos ha manifestado nuestro Señor Resucitado.
No, asegura Pablo; los judíos están bajo la condenación y también furia de Dios ya que los principios divinos del juicio son justos. En este capítulo resalta tres principios divinos de juicio que prueban que los judíos están tan condenados como los gentiles. Los fallos que se charlan de aquí son bastantes despreciables para definir o hablar de ellos, sin embargo, hoy en día se practican cerca del mundo con la aprobación de la sociedad. La multitud sabe que el pecado será juzgado, no obstante, se recrean en él de todas formas.
Pablo era un pionero; no mezclaba la ley y la alegría, la fe y las obras, ni Israel y la Iglesia, de la forma en que ciertos profesores lo hacen el día de hoy. Comprendemos que los judíos solicitan señales (1 Co 1.22), pero Dios también dio milagros para los gentiles (en Éfeso, por servirnos de un ejemplo, Véanse Hch 19.11, 12). No debemos meditar, entonces, que gracias a que hay milagros registrados tras Hechos 7 que Dios todavía se está relacionando con la nación de Israel. En el parágrafo final (vv. 30–32) Pablo enseña que los gentiles rechazaron en un tiempo a Dios (Ro 1.18) y que sin embargo ahora se están salvando por fe; de modo que el día de hoy los judíos están en incredulidad, pero que un día van a recibir clemencia.
Pablo mira el día en el momento en que Israel va a ser recibida en plenitud de bendición como nación. Él podía tener clemencia de todos a través de la gracia que se efectuó viable en el Martirio (11.32). Esaú decidió sublevarse contra Dios, pero los propósitos de Dios no dependen de las resoluciones del hombre. No podemos explicar la relación entre las escojas del hombre y los propósitos de Dios, pero entendemos que las dos cosas son verdaderas y se enseñan en la Palabra de Dios. Fue el hijo de la promesa por fe (Véanse Gl 4.21–31), al paso que Ismael fue el hijo de la carne por medio de las proyectos. La auténtica «simiente de Abraham» son los fieles y no solo los que tienen sangre judía en sus venas.
