Los fundamentos de Lucas 10 38-42 que usted puede beneficiarse desde el día de hoy

lucas 10 38-42

Es esencial no perder de vista la cotidianeidad doméstica; atractiva, pese a ser un momento de tensión. De manera frecuente la iglesia ha espiritualizado este hecho, observando en Marta y María ejemplos de modos “activos” y “contemplativos” de vida religiosa. En tal caso, según con la historia, una religiosa contemplativa es mayor a la activa ocupadísima.

Creo y espero en Ti y, porque te amo, quiero tener un diálogo contigo en esta oración, ¡ven a mi corazón! Con tu felicidad podré ignorar todas las dispesiones, intranquilidades y también ideas que me pueden dividir de Ti. El Evangelio de hoy pertence a los pasajes que a mí mucho más me agradan, exactamente por visto que nos revela de una forma muy, clarísima el sentido de lo primordial en nuestra vida. Jesús, ayúdame a seleccionar siempre y en todo momento la mejor parte, que es la oración, que es tu Reino, que es tu amor.

Lucas 12

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• Sin embargo, no puede estar diciéndonos que nos contentemos con sentarnos a percibir su Palabra, pues siempre insiste que el genuino oyente de sus expresiones las pone en práctica.

Y finalmente no tenemos la posibilidad de descartar que la llegada de visitas a su casa habría generado un cúmulo de tareas no previstas, como nos pasa a nosotros en el momento en que caen en nuestra casa sin avisarnos. Marta entonces estaría preocupada por atender bien a su huésped. El Jesús rechazado en múltiples lados es recibido por una mujer. Aun en el momento en que hay situaciones centrales donde ellas aparecen, es realmente posible que haya habido mucho más mujeres de las que los evangelios relatan en torno al ministerio de Jesús o siguiéndolo en su peregrinar.

En esa parábola había 2 tipos religiosos—un sacerdote y un levita—que ponían toda la atención en su vida espiritual, pero no querían mancharse las manos prestando asistencia al hombre herido. De ellos aprendemos que una vida de ir al templo sin un corazón presto a ser útil no es del gusto de Dios. Pero de Marta aprendemos que la vida de fe no reside sólo en servicio. Nuestro servicio debe venir de un corazón rebosante de la alegría de Cristo.

El evangelio de Lucas frecuentemente habla de mujeres en lugares de honor. La multitud muy ocupadas, pueden perder ocasiones al no darse tiempos de reposo. ¿Me doy cuenta que puedo estar tan atrapada/o por la proporción de eventos de mi vida, y que me estoy perdiendo lo más esencial? Jesús nos ten en cuenta que darnos el tiempo exacto para sentir su Palabra, es nuestra decisión más esencial, si deseamos poner nuestra vida en la visión adecuada.

lucas diez 38-42

¿Y dónde estaba María en el momento en que Marta precisaba de su asistencia? Ella escogió sentarse a los pies de Jesús, escuchándolo mientras que charlaba. En este episodio Jesús actúa nuevamente opuesto a la recurrente práctica judía. Está solo, quizás, en la casa de 2 mujeres que no son parientes suyas. Jesús usa cada oportunidad, sin importar lo más mínimo un mínimo lo común o doméstica que sea, para hablar del reino de Dios, “un reino de rectitud y paz, y alegría en el Espíritu Beato”. Pienso en mí en esta escena y oigo las expresiones de Jesús dirigidas a mí.

Marta, mientras que disponía y preparaba la mesa del Señor, se multiplicaba para dar abasto con el servicio; su hermana María prefirió ser alimentada por el Señor. Así, la vida contemplativa no cesará jamás, ya que logra precisamente su perfección al apagarse la luz de todo el mundo de hoy. Pues ¿quién puede sugerir pan al hambriento en la patria eterna, donde completamente absolutamente nadie va a tener apetito? ¿Quién puede ofrecer de beber al sediento, si completamente absolutamente nadie tiene sed? 38 Mientras iban caminando, Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. ¿Qué tanto podía Marta concentrarse en las expresiones de Jesús mientas preparaba la comida para sus huéspedes?

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Marta opta por servirlo haciendo varias cosas, y María se sienta a los pies del Instructor para escucharlo y aprender de él. En el momento en que Marta se queja, Jesús responde, enigmático, que únicamente una cosa es precisa. El segundo gesto es el de sentarse para oír su palabra. María se sienta a los pies de Jesús para escuchar su mensaje. La simbología que se encuentra en este gesto debe ver con el disponer de un tiempo para el Señor, con separar instantes para oírlo y meditar en lo que nos comunica, etc.

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Más bien apunta que lo que María hace está bien y tiene sentido, al paso que la actividad de Marta la distraen en ese instante de algo más esencial que el mantenimiento de la casa. —Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola, haciendo todo el trabajo de la vivienda? Después enseñó a Sus acólitos muchas verdades acerca de la oración, y les previno contra la hipocresía y la avaricia.

Al paso que María se encontraba aprendiendo, Marta se preocupaba con todos los quehaceres—no solo los diarios, sino también todo el trabajo plus que implicaba agasajar a una visita. Marta amaba al profesor y quería ofrecer el respeto conveniente y el más destacable servicio a Jesús. Podemos imaginar todo cuanto hacía ella—limpiando, cocinando, y dando la bienvenida a cada quien que llegaba para oír a Jesús. Entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Lucas no nos ofrece el nombre de la aldea, pero ha de ser Betania, donde Juan nos dice1 que vivían Marta, María y su hermano Lázaro, a quien tampoco se nombra aquí. Este domingo contamos la visita de Jesús en la casa de Marta y María.

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