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La lección general sobre la adoración al señor en espíritu y en verdad, es que no debe ponerse un límite a una sola localización geográfica ni siempre debe ser regulada por las disposiciones transitorias de la ley del viejo testamento. Con la venida de Cristo, la separación entre judíos y gentiles ya no era pertinente, ni tampoco lo era la centralidad del templo en la adoración. Con la venida de Cristo, todos y cada uno de los hijos de Dios adquirieron igual ingreso a Dios por medio de él.
1) La adoración del Viejo Pacto, no era considerablemente más que una sombra. Por tal razón nosotros los cristianos no adoramos a ninguna jerarquía de la tierra, aun en el momento en que ella afirme que es sagrada. Este es un ademán utilizado por los siervos orientales, los que se inclinan y lanzan al suelo ante sus señores, mostrándoles de esa forma una total dedicación y hacerles ver su impotencia. A lo largo de la historia hay bastante gente que se han postrado completamente en el suelo, en sentido de sumisión y reconociendo su propia pequeñez delante de Dios, el cual los levanta de la tierra y los invita a caminar con Él.
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En el momento en que lo que hacemos en la adoración deja de ser una expresión de lo que verdaderamente está en nuestros corazones, deja de ser una adoración verídica. La adoración del Nuevo Pacto está según la auténtica situación. Para entender esto, debemos tener en consideración que varios elementos de adoración que se llevaba a cabo en la temporada de Jesús eran sencillamente una sombra o figura de lo que vendría. Tenemos la posibilidad de sentir lo que sucede a eso que nos circunda con las personas o las situaciones.
La Biblia
A eso que meditas en el valor que Jesús pagó PARA DARTE ACCESO AL PADRE, comenzarás a atesorar los instantes de oración,que tienes con El. La adoración se volverá en un privilegio, al que acogerás con gratitud. La Biblia se volverá muy querida para ti, a eso que te dedicas a vivir una vida santa. Te hizo heredera, y ha guardado un hogar PARA TI en el cielo. La falta de adoración, que observamos en nuestro mundo de el día de hoy, se debe al poco conocimiento que la multitud tiene de Dios. La adoración debe estar apuntada a Dios, como Padre, que es una palabra que charla de la seguridad y dependencia que contamos en Dios.
📋⚽️ Alineación inicial de Cerro Porteño:
13. Jean Fernandes
23. Alberto Espínola
24. Juan Patiño
4. Alexis Duarte
2. Santiago Arzamendia7. Enzo Giménez
15. Ángel Cardozo Lucena
20. Mathías Villasanti
22. Claudio Aquino8. Federico Carrizo
31. Robert Morales— A.C.Deportes (😷) (@ABCDeportes) April 22, 2021
aDios es bEspíritu; y los que le adoran, es requisito que le adoren en espíritu y de hecho. ¿Qué es la primera cosa que se te viene a la cabeza en el instante en que piensas en El? Nuestra contestación a esta pregunta, no solo perjudica nuestra adoración, sino más bien nuestra vida. Cada falla en adoración, o en doctrina, o en práctica, puede llevarnos a ideas equivocadas de Dios. “Verdad”significa que debemos venerar a Dios por ser quien es. Adorar “de hecho” pasa en el momento en que lo adoramos según lo que Dios nos reveló DE SÍ MISMO en las Escrituras.
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En la intuición nos llega revelaciones de una parte de Dios. Aquí actúa la profecía, sabiduría, el discernimiento de espíritus y la ciencia. Esta palabra no es bíblica, pero es conocida en el campo católico.
Pero la hora viene, y ahora mismo es, cuando los auténticos adoradores adorarán al Padre en espíritu y de verdad; por el hecho de que exactamente a los semejantes el Padre busca que le adoren. Dios es espíritu, y los que le adoran tienen que adorarle en espíritu y de hecho. Mas viene la hora, y en este momento es, en el momento en que los auténticos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. Pero viene el tiempo, y en este momento es, en el que los auténticos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, pues verdaderamente el Padre busca semejantes adoradores. \\\’Pero la hora viene, y en este momento es, en el momento en que los genuinos adoradores adorarán al Padre en espíritu y de verdad; por dado que precisamente a los tales el Padre busca que Lo adoren.
que Dios bendiga a quien escribio todo lo mencionado en el nombre de jesús Amen. Adoración es la expresión máxima de amor con nuestros labios y con nuestros actos. Es requisito expresarle cuanto lo amamos, y todo lo precioso que sentimos por él. Los primeros cuáqueros se reunían a aguardar en humilde silencio al Señor, y en ese silencio carnal aquellos que son bastante maduros en el Espíritu adoraban a Dios al tiempo que su Espíritu guiaba sus expresiones y alabanza discreta. Las únicas expresiones perceptibles eran aquellas que el Señor ordenaba; los únicos cantos perceptibles eran organizados por el Señor. A estas asambleas con frecuencia asistía la presencia del Señor (que se veía y oía con los ojos y los oídos del corazón), la cual ministraba a todos ellos; y esa presencia dejaba a los integrantes muy revitalizdos.
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Cuanto mucho más profunda nuestra adoración, Dios es mucho más glorificado. El espíritu sin la verdad transporta a una experiencia llana, sobre-sensible y contenta. Una vez cese la emoción – cuando se va el instante – asimismo nuestra adoración. Por otro lado, La verdad sin espíritu nos puede conducir a cierto tipo de legalismo, sin gozo y sin pasión. Por lo que, la adoración se transformó en un tema del corazón , dirigido por la verdad, no la liturgia. Esta fusión de espíritu y verdad en la adoración solo puede ser descrita por Jonathan Edwards, el pastor y teólogo americano del siglo XVIII.
Pero se aproxima la hora, y llegó ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y de hecho, por el hecho de que de esta manera desea el Padre que sean los que le adoren. En nuestro espíritu es que somos dignos de venir enfrente de Dios y adorarlo sin temor. Nuestro espíritu es la única una parte de nosotros que es digno. En el instante en que llegamos a realizarnos como humanos de forma plena iluminados por Cristo , desplegamos nuestra vida frente Dios, y es decir el culto y la adoración que garantizamos (adoramos en espíritu y verdad).