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la tentacion de jesus
Note la conexión entre el maná y el pan con que el demonio tienta a Jesús en el desierto. En el relato de Mateo, aparentemente se apela a la compasión de Jesús por otros. En el relato de Lucas, la apelación es considerablemente más básica, mucho más personal, considerablemente más egoísta.
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Alabanza Pascual De Cristo
resenta a Jesús, sentado, al que se le acerca el demonio vestido con hábito franciscano. Es la manera que tiene el artista de poner de manifiesto la utilización de lo sagrado que logró el demonio, ya que tentó a Jesús con precisamente exactamente las mismas expresiones de la Escritura. En la situacion de Cristo, al tema que no tuvo su origen en el alma del Señor, sino que fue la voz del Maligno.
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15 Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. 16 Lo saciaré de extendida vida, Y le mostraré mi salvación. Las dos ocasiones precedentes Jesús resistió las tentaciones de Satanás por medio de las Escrituras, sin embargo ahora el mismo la cita para tentar a Jesús. , Esta es la misma expresión con los verbos en el Hebreo que la tentación previo, con lo que también entonces podemos consultar que Satanás llevo a Jesús en su cabeza al templo.
Esta mañana estuve estudiando acerca de la tentación de Jesús.
Una profunda enseñanza en pequeñas líneas.
— Joel Quezada ن (@ElPastorJoelito) December 2, 2018
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la tentacion de jesus
Pero ahora mismo, el Señor no había recibido ninguna indicación desde lo sobresaliente para saciar su apetito convirtiendo las piedras en pan. Hubiese sino más bien un fallo emplear su condición de Hijo de Dios para obedecer a Satanás. Él debía aguardar advertencias y provisiones de una parte de su Padre, como siempre y en todo momento y en todo momento lo hacía (Jn 8.28, 29). Jesús se negó a efectuar un milagro que no partiera de exactamente la misma intención del Padre.
El “si eres hijo de Dios” ese “si” es diferente a los otros 2 si del verso 3 y 6. Pero si estamos seguros en quién hemos creído, venceremos. Cuando Mateo dice “Le mostró” usa la palabra (δείκνυμι, deiknymi) que en ocasiones tiene la connotación de argumentar, probar o cautivar.
Y no comió nada en esos días, pasados los que, tuvo apetito. Al mero principio de su ministerio público, Jesús fue al desierto por un tiempo riguroso de preparación. Allí, Él fue tentado por Satanás en tres formas importantes. La manera en que Jesús enfrentó esas tentaciones nos enseña algunas enseñanzas útiles de de qué forma honrar a Dios. Y si salto de este templo, estoy poniendo a prueba a Dios y no se me deja hacer eso. De todos modos, Satanás, lo que se piensa que debo llevar a cabo es confiar sin saltar que Dios, de verdad, cumplirá su palabra».
Las tentaciones de Jesús asimismo nos recuerdan que no es pecado el ser tentado, siempre y cuando la tentación sea resistida. Aun tentaciones horribles – Jesús fue tentado a venerar a Satanás – no son en sí mismos pecados si son resistidos. Por visto que todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no procede del Padre, sino del mundo. Y el planeta pasa, y sus deseos; pero el que hace la intención de Dios continúa para toda la existencia. Y te marchas a acordar de todo el sendero por donde te ha traído Jehová tu Dios estos 40 años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Sed sobrios, y velad; porque tu contrincante el diablo, como león rugiente, anda alrededor tratando encontrar a quien comer desaforadamente; al que resistid firmes en la fe, a sabiendas de que exactamente los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en el mundo entero.
Tras su Bautismo, antes del comienzo de su historia pública, Jesús tiene una experiencia de desierto, pasa por una ‘Cuaresma’ como preparación para su misión. Jesús, según nos relatan los tres evangelios sinópticos, es llevado al desierto y allí es tentado por el diablo (Cf., Mc 1, 12-13; Mt 4, 1-diez; Lc 4, 1-13). El demonio desea desviar a Jesús del emprendimiento del Padre. bautismo de Jesús y la expresión se convierte en un fácil cambio de escena. Jesús, sometido en todo a la acción del Espíritu Beato, el relato asegura que “fue llevado Jesús por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo”. Va al desierto para ser “tentado” por el demonio.
No sólo de pan vive el hombre, sino más bien de toda palabra que procede de la boca de Dios. Jesús es llevado por el Espíritu al desierto para un enorme combate; va a asumir su vocación de Mesías con su plenitud humana. Jesús vive la experiencia religiosa en una manera de espiritualidad extrema. Varios hombres religiosos se han sentido llamados al silencio tal es así que su espíritu se expanda en una relación con Dios, sin que nada distraiga esa tensión. Muchos experimentaron el ayuno como una manera de purificación en que el cuerpo extingue sus pulsiones para que el espíritu surja. En el antiguo hinduismo era recurrente esa acción, como asimismo en el budismo también si bien sin llegar a tanto radical.
La escena de las tentaciones se pone en el evangelio tras la del bautismo. El bautismo se efectúa en la mitad de un río y entre una multitud, se infiere el verdor y la frescura del rincón, la algarabía y el rumor de las voces de quienes allí están. En ese contexto Jesús tiene plena conciencia de ser el «Hijo amado» de Dios.