los datos de Mateo 16 13 20

mateo 16 13 20

Mas yo asimismo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Tengamos presente que si la fe hacía de Pedro una Roca, su falta de fe un tanto después le identificaba con Satanás. Si bien tu fe sea compartida con bastante gente, ha de ser tu fe personal, lo que tú crees, aunque completamente absolutamente nadie mucho más en el mundo lo creyese. Nadie es de la familia de Dios por el mero hecho de tener progenitores en la familia de Dios. Bastante gente el día de hoy dependen de qué creen sus padres sobre Jesús.

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La Iglesia En El Uruguay

Entonces mandó a sus acólitos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo”. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará liberado en los cielos». Y les mandó a los discípulos que no dijesen a absolutamente absolutamente nadie que él era el Mesías.

Qué diferente sería si los cristianos viviésemos muy cerca de los obispos y de los curas; si les brindáramos nuestro acompañamiento, frases, asistencia de palabra y de obra. Una forma de amar y de entregarnos por la Iglesia, a ejemplo de Cristo, es la adhesión al Papa, por ser él el vicario de Jesucristo en la tierra. Esta actitud no se basa en la simpatía ni en las peculiaridades humanas, tampoco en la opinión que los medios nos hagan ver, sino en la fe y en el cariño a Nuestro Señor. Y les ordenó a sus discípulos que no dijeran a absolutamente nadie que él era el Mesías.

la Confesión De Pedro

Tenemos la posibilidad de sospechar que tenía que ver con una comprensión que Pedro y los acólitos concluyeron tras un tiempo. En el principio fueron atraídos a Jesús por ser un rabino remarcable y también inusual. Ellos se comprometieron a Él como sus acólitos y alumnos, como se practicaba en ese tiempo.

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En este sentido, Pedro fue el primero en admitir precisamente y públi­camente quién es Jesús. En este sentido era la primera piedra de la iglesia. Y toda piedra es igual aparte la piedra angular. 19A ti, Pedro, te daré autoridad en el reino de Dios. Todas y cada una de las cosas que tú prohíbas aquí en la tierra, desde el cielo Dios las prohibirá.

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Aquí Dios conversó a través de Pedro tan naturalmente que no se percató de que el Padre que está en los cielos se lo había revelado. Les aseguro que varios de los aquí presentes no padecerán la desaparición sin antes haber visto al Hijo del hombre llegar en su reino. Luego les ordenó a sus seguidores que no afirmaran a absolutamente nadie que él era el Cristo. Les aseguro que varios de los aquí presentes no padecerán la desaparición sin antes haber visto al Hijo del hombre llegar en su reino. Entonces les ordenó a sus acólitos que no afirmaran a absolutamente nadie que él era el Cristo. Exactamente la misma actitud de fe que manifestamos al Papa, la hemos de tener con los Obispos, y con nuestros curas y párrocos.

Pero hay un lado obscuro de este ubicación, en la medida en que históricamente este lugar estuvo relacionado con la idolatría. Los cananeos levantaron allí un altar a Baal, y después los griegos construyeron templo para Pan, el dios de la naturaleza. De ahí que los helenos le brindaron al rincón el nombre de Panias. Por dado que todo el que quiera socorrer su crónica, la perderá, y todo el que apierda su crónica por causa de mí, la hallará. Y llegaron sus discípulos del otro lado, pero se habían olvidado de llevar pan. Jesús evita contra la doctrina de los fariseos y de los saduceos — Pedro atestigua que Jesús es el Cristo y se le prometen las llaves del reino — Jesús predice Su muerte y Su resurrección.

Tras dieciséis capítulos del evangelio de Mateo, aparece en este momento un diálogo de Jesús con sus acólitos que tiene plena actualidad. Empieza con una pregunta externa, fácil de contestar, ¿qué opínan los demás? Nos encanta charlar de los otros, de lo que hacen, dicen, opínan y de de qué forma se equivocan. En tiempos de Jesús la multitud lo veía como entre los gigantes profetas que habían existido hacía siglos. Ellos también tenían sus profetillas y sus lidercillos, pero no eran como esos de otrora.

Cada lágrima vertida por efecto de la crueldad humana es una afrenta al Cristo resucitado que sufrió para que el mal injusto no tenga vida mucho más. Me llama bastante la atención la explicacion que das por dado que considero que es justo lo que desea efectuar jesus con sus discipulos, hacerlos meditar. Yo creo que cristo como hijo de dios, sabia perfectamente lo que había en los corazones de todos sus amigos,sabía lo que pensaban, pero entonces si era asi… ¿por qué preguntarles?

Debemos creer y querer a la Iglesia pues contamos la seguridad de que ha sido establecida por Cristo y pues Cristo la instituyó vertiendo por ella su sangre. La Iglesia es el instrumento por el que los frutos de la redención llegan a todos y cada uno de los hombres por medio de los sacramentos. La Iglesia es el medio por el que Dios sigue su historia amorosa con todos nosotros. Qué seguridad nos ofrece el comprender que nuestra fe católica se basa sobre la roca firme de la palabra de Cristo, que la Iglesia no es eminentemente obra de los hombres sino de Dios. Quien permanece en la Iglesia no se equivocará, como no se han equivocado los santurrones que supieron fiarse de forma plena de Dios.

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