Lo que todos son diciendo sobre El Paralitico De Betesda

el paralitico de betesda

Esto causo furia en ellos y de ahí que empezó el plan para arrestarlo, condenarlo y matarlo por llevar a cabo estas cosas, que para ellos eran prohibidas y de juicio; por haber sanado aquel paralitico en el día de reposo. Cristo vio que era necesario sugerir esta observación, pues es recurrente que la multitud prometa bastante cuando está enferma, angustiada, en dificultades; y cuando están recién sanados, cumplen solo algo, pero tras un tiempo, olvidan todo. Y peor aun vuelven al pecado, a la inmundicia, a la mentira, al odio, al engaño, a la fornicación. Muchos son sanados por Dios, varios son salvados por Jesús, pero de forma fácil se olvidan de Él, de forma fácil se olvidan del Salvador de todo el mundo, frecuentemente se preocupan hacer llegar su nombre, se preocupan decir que son de Cristo. Y peor aún varios de hecho lo niegan frente sus populares próximos. Pero al verlo los fariseos le dicen “es día de reposo, no te es licito llevar tu lecho“.

Quizás no era esa la contestación que aguardaba Jesús, cuando nos hace una pregunta debemos responder con precisión lo que queremos, al paralítico le preguntó si deseaba ser sano, y él debía haber contestado que si. De la misma manera Jesús nos hace cuestiones y respondemos poniendo muchas disculpas. Y el que primero descendía al estanque tras el movimiento del agua, quedaba sano de cualquier patología que tuviese. Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. El paralítico de Betesda aceptó la invitación, le ha dicho sí al Señor cuando Él le dijo “Toma tu lecho y anda”, él obedeció, Jesús curó su cuerpo físico. , ese hombre se sentía tan feliz, de ahí que es que luego leemos que el hombre fue al templo, y aceptamos que la única razón para estar allí era para prestar merced a Dios por el milagro recibido, para venerar a Jehová; pero ¡qué bella sorpresa!

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Hay quienes rechazan venir a Cristo, pues andan intentando encontrar cualquier cosa que alivie sus inconvenientes. Este es un lugar, el que –me imagino- bastante gente no anhelaban pasar. El solo hecho de pasar por allí era deprimente, ver tanta necesidad y uno sin poder realizar nada. La multitud encopetada (gente de dinero, aristócratas, sangre azul) evitaba pasar por este sitio.

Podemos imaginarnos que habían muchas actividades por la fiesta de entre ellas ir al templo, venta de mercancías, fiestas de regocijo, sacrificios en el templo, compartimiento del pan, etcétera. Nuestro Señor Jesucristo salía de Cana de Galilea con sus seguidores, tras haber sanado al hijo de un oficial del Rey. El enfermo nos da una figura concreta de los “fallecidos en sus fallos”. b) Los treinta y ocho años simbolizan el tiempo que los israelitas peregrinaron por el desierto antes de entrar en la Tierra Prometida. Asemeja que su estado no le impedía llegar cada día al costado del estanque.

Hay veces en que en la vida requerimos una palabra de fe, de amor, de consuelo, o esperanza, y nos cuentan una anecdota que no comprendemos su significado. Y usted tiene la posibilidad de comentar al respecto y traer su anecdota para charlar de ella. Sólo escaparán de la ruina, esos a los que el arca va a llevar encerrados en su seno. Esta arca, es la Iglesia… Sí, les lo anunciamos, este planeta naufragará; de ahí que les exhortamos, a nosotros, a todos y cada uno de los hombres, a protegerse en este santuario. Y al momento aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo.

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Pensaban que en ocasiones un ángel de Dios venia y movía el agua. El primero que entrara en el agua en el momento en que llegará el ángel, se aliviara. 18Por esto los judíos aun mucho más procuraban matarle, por el hecho de que no solo quebrantaba el día de reposo, sino que asimismo afirmaba que Dios era su Padre, haciéndose igual a Dios. 16Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, por el hecho de que hacía estas cosas en el día de reposo.

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Cuando Jesús viene a la vida de un individuo, no viene para dejarla en igual situación. Él viene para levantarte, para limpiarte, para afirmar tus pies, para romper tus cadenas, para llevar tu carga, para poner un cántico nuevo en tus labios, para enderezar tus pasos. No concibo de qué manera probablemente halla creyentes que por una parte comentan que están en el Señor, pero usted no ve al Señor rigiendo sus vidas. Jamás más pude ser exactamente el mismo desde el día que Él vino a mi vida. Mis valores modificaron, mis preferencias modificaron, mis intereses modificaron.

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Por lo antes expuesto, el paralítico de Betesda se encontraba ansiando tener la posibilidad de recibir sanidad, pero no tenía quien lo metiera en el agua. Esta era la situación del paralítico de Betesda al tener el encuentro con Jesucristo. Una inscripción en hebreo apunta que la construcción de los estanques precedió al intérvalo de tiempo adriánico, ya que Adriano expulsó a los judíos de Jerusalén tras el año 135 a.C. El estilo de la arquitectura señala que los estanques fueron construidos en todo el periodo de Herodes el Grande o por lo menos, remodelado.

Desde hace cierto tiempo, la presencia de un estanque con cinco pórticos en Jerusalén se consideró algo ficticio. Sin embargo, un arqueólogo alemán demostró que Juan se refería a un lugar real al escribir sobre el milagro del estanque de Betesda en su Evangelio. Y así pasan y pasamos años poniendo los ojos donde no debiésemos. Si en nuestra congregación llega alguien que aparenta tener elementos instantaneamente varios de nosotros le ofrecemos privilegios y le hacemos honores esperando, como el cojo de la puerta La Bella, que nos den unas migajas de sus recursos. Hasta que se fatigan de que les quiten lo que es de ellos y se cambian de iglesia sin comprender que sin lugar a dudas caen en otra del mismo corte.

Paralíticos espirituales que no llegan al templo si alguien no lo transporta. No se levantan de madrugada para llegar al templo si alguien no va y lo levanta, lo viste, lo transporta al vehículo, y después lo entra al templo. En la historia del estanque de Betesda podemos preguntar que habían enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, gente que no se podían servir por sí mismo, gente que necesitaban de la ayuda de alguien o algo para lograr conseguir sus propósitos en la vida. Un enfermo, precisa que alguien le dé su medicina u alimento, un ciego precisa ser guiado, un cojo necesita de unas muletas para caminar, y un paralítico precisa de una silla de ruedas para desplazarse.

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