Iglesia Cristiana

Lo que todos son diciendo sobre 1 Juan

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1 juan

y que envió a su Hijo, Jesucristo, a fallecer por nosotros, un acto supremo de amor sacrificial. El cariño es lo que motivó a Dios Padre a mandar a su único Hijo a fallecer por nosotros. En consecuencia, el amor es la virtud sobre la que se apoyan toda la fe y toda la promesa cristiana. Por dado que sin amor, la Biblia enseña que no probablemente halla redención. La promesa está ahí para la madre soltera que no sabe cómo va a dar de comer a sus hijos y tener un techo sobre sus cabezas.

Sí, el amor por lo general va acompañado de sentimientos, pero la emoción no es la base del amor. En cualquier situación, podemos seleccionar estimar, con independencia de de qué forma nos sintamos. El cariño de Dios es la cruz de Jesús, y por medio de su cruz, el hombre o mujer puede recibir el perdón de Dios. Fue el cariño de Dios que mandó a Jesucristo a la cruz. Da igual cuán horripilantes sean nuestros errores, Dios nos ama y esa es una verdad que no debemos cuestionar.

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Pero a varios kilómetros de distancia, su familia vivía su vida. En la actualidad se habla bastante del amor… en libros, revista, en la televisión y en el cine. Con todo lo que dicen, pensaríamos que la sociedad de la cual formamos parte es la más cariñosa de la tierra.

Nuestro amor por Dios realmente no afirma nada grandioso de nosotros. Es solo la respuesta de los pies en el suelo al comprender y recibir el cariño de Dios. Se crean inconvenientes en el instante en que intentamos de decir que el cariño es Dios.

Dios es amor, y el que continúa en amor permanece en Dios y Dios continúa en él. Nosotros conocimos el cariño que Dios nos tiene, y hemos creído en él ya que lo hemos sentido en nosotros mismos. Dios es amor, y el que continúa en el cariño continúa en Dios, y Dios en él. Y nosotros hemos llegado a comprender y hemos creído el amor que Dios tiene en nuestro caso.

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14 Nosotros hemos visto y garantizamos testimonio de que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador de todo el mundo. 15 Todo el que que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, prosigue en Dios, y Dios en Él. 16 Y nosotros conocimos y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. DIOS ES AMOR; y el que continúa en amor, permanece en Dios, y Dios en Él. Y nosotros conocimos y creído en el cariño que Dios tiene hacia nosotros. Dios es amor, y el que continúa en el cariño, prosigue en Dios, y Dios continúa en él.

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Un hombre puede crear una estatua igualita a él, pero que nunca será humana. Sin embargo, empleamos el término engendrar para detallar algo que es exactamente igual a nosotros en esencia y naturaleza. Somos hijos y también hijas adoptados de Dios, pero no somos de exactamente la misma esencia y naturaleza que Dios – nosotros somos humanos. Nosotros somos humanos; Él es un “ser-Dios” – quien añadió humanidad a Su deidad. En el instante en que decimos que Dios es amor, no nos encontramos diciendo todo acerca de Dios. El amor es un aspecto esencial de Su carácter, y da color a cada aspecto de Su naturaleza.

Dios es amor; y el que sigue en el amor, prosigue en Dios, y Dios en él. 14 Y nosotros hemos visto y ofrecemos testimonio de que el Padre envió al Hijo para ser el Salvador del mundo. 15 Todo aquel que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. 16 Y nosotros llegamos a comprender y hemos creído el cariño que Dios tiene para nosotros.

Juan puede llanamente decir, El que no amano conoce a Dios. Si en tu vida no hay un amor real por el pueblo de Dios, entonces tu declaración de que conoces y experimentas a Dios no es cierto. Por nuestra parte, sabemos que Dios nos quiere, y en él hemos puesto nuestra seguridad. Dios es amor, y quien hizo del amor el centro de su vida, vive en Dios y Dios vive en él. Por nuestra parte, hemos conocido y hemos puesto nuestra seguridad en el cariño que Dios nos tiene.

Y en este momento continúan la fe, la esperanza, el amor, estos tres; Pero el mayor de ellos es el amor. Y ahora continúan la fe, la promesa y el cariño, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. Que reconocemos que fue enviado al mundo como hombre. No se debe andar por el mundo tratando encontrar satisfacer a el resto, ni llenando las expectativas de los otros.

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