Lo que todos son diciendo acerca de Romans

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En el instante en que dejamos que la carne reine sobre el Espíritu, entonces nos encontramos atados por los patrones de pecado y la desesperación que marco la vida de Pablo en su pelea de “Romanos 7”. Nuestro caminar – el patrón de nuestra vida – ha de ser con arreglo al Espíritu, no conforme a la carne. a fin de que redimiera a los que estaban bajo ley, para que recibiéramos la adopción de hijos. Y no sólo , sino más bien asimismo nosotros, que disponemos las primicias del Espíritu, aun nosotros gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo.

para que los justos requerimientos de la Toráh tengan la oportunidad de ser completados en nosotros, los que no vivimos nuestras vidas según con lo que desea nuestra vieja naturaleza, sino más bien de acuerdo a lo que desea el Ruaj. La fidelidad de Cristo —y la nuestra, por la felicidad de Dios— vence lo peor que la vida y el trabajo nos tienen la oportunidad de realizar. Si nuestra meta primordial en el trabajo es el progreso laboral, los capital o el prestigio, posiblemente terminemos decepcionados. Pero si la salvación —o sea, la reconciliación con Dios y la multitud, la lealtad y la justicia— es nuestra promesa suprema, entonces la encontraremos en la mitad de lo bueno y lo malo en el trabajo. El cariño de Dios en Cristo es la fuerza firme en la mitad de la adversidad de hoy y la promesa para la redención de nuestro cuerpo más adelante.

Aguardar Ansiosamente La Redención Corporal Para Nosotros Y La Creación De Dios (romanos 8:18

Sin embargo, no debemos de pensar que el ser guiados por el Espíritu es una condición previa a ser un hijo de Dios. En lugar de eso, nos volvemos hijos primero y después el Espíritu de Dios nos guía. Mas nosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si el Espíritu de Dios mora en nosotros.

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La Biblia Reina

Su posición en Jesús es la razón de su situación de ninguna condenación. En este momento, ya que, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan de conformidad con la carne, sino conforme al Espíritu. A. Vida en el Espíritu contrastada con la vida en la carne. Y comprendemos que para los que adoran a Dios, atodas las cosas obrarán juntamente para su bien, para los que de conformidad con su propósito son llamados. Pues sabemos que toda la creación gime a una, y a una sufre dolores de parto hasta la actualidad. Pero vosotros no vivís según la carne, sino más bien según el espíritu, si es que el aEspíritu de Dios mora en nosotros.

2Porque la ley del espíritu que da vida en unión con Cristo Jesús te liberó+ de la ley del pecado y de la desaparición. Por el hecho de que no habéis recibido el espíritu de servidumbre para estar otra vez en miedo; mas habéis recibido el espíritu de adopción, por el que clamamos, Abba, Padre. Por dado que la Toráh del Ruaj, la que crea esta vida en unión con el Mashíaj Yahshúa, me ha liberado de la \\\’toráh\\\’ del pecado y muerte. Este es el lamento de esperanza del Espíritu que mora en la vida de los cristianos.

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Podemos consultar que toda la hermosura en la naturaleza que Dios creó y prosigue manteniendo, se da a las personas buenas y malas para gozar. Aparte de esto, Dios nos amó al paso que éramos pecadores perdidos y aún nos logró Sus hijos. Como somos partícipes de Su naturaleza divina mediante Cristo, contamos la capacidad de bendecir a aquellos que nos tratan mal y de perdonar, como Dios nos ha perdonado. Bajo la adopción romana, la vida y la situación del hijo adoptado alteraban totalmente. La promesa de la independencia gloriosa de los hijos de Dios no solo favorece a los hijos de Dios, sino más bien a toda la creación.

Por esta humilde seguridad somos guiados “por el Espíritu” para combatir contra el pecado y efectuar fallecer todo lo que no exalte a nuestro Señor y honre a nuestro Padre. Dios provoca que aquellos que estudian Su Palabra sean cambiados gradualmente por ella. Conforme paseamos en el sendero de la obediencia, aumentamos en amabilidad y, por consiguiente, en el favor del Señor. Los cristianos saben que todas y cada una de las cosas funcionan juntas para bien a los que adoran a Dios y viven según con sus propósitos. Ocurra lo que ocurra en la vida de los leales, de esta manera sea bueno o malo, Dios lo transforma en nuestra virtud y en su gloria en algún momento. El Plan de Dios provoca que Sus hijos estén tan seguros como un árbol con raíces muy profundas.

Por el otro lado, si no ponemos nuestra cabeza en el Espíritu, podemos ser insolentes y destructores en nuestras relaciones con el resto trabajadores, los contendientes, los clientes u otros. Poner nuestra cabeza en el Espíritu precisa apreciar todo el tiempo las consecuencias o el fruto de nuestro trabajo, siempre preguntando si nuestro trabajo destaca la calidad de vida de otra gente. Si somos honestos en nuestra evaluación, asimismo se necesita indudablemente un arrepentimiento períodico y la felicidad para mudar.

El Espíritu Santurrón persuade a los humanos de pecado y de la verdad del perdón a través de Jesucristo. Y serán para mí especial tesoro, dijo Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los disculparé, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve. D. La victoria triunfante de la vida en el Espíritu. Dios no comenzó una obra en los romanos simplemente para abandonarlos en la mitad de su aflicción presente.

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Hasta ese día, la creación gime a una, y a una está con dolores de parto. Bajo la adopción Romana, la vida y situación del hijo adoptado modificaba absolutamente. Dios quiere que el Espíritu rija sobre nuestra carne.

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