Lo que No Sabes acerca Mateo 5 1-12

mateo 5 1-12

Las Bienaventuranzas siempre y en todo instante apalean como un eco profundo en mi corazón. Hoy estaré con aquel que me charla de forma recurrente, así sea por dado que yo me siento llamada/o a esa actitud en particular o porque representa mi riña actual. Yo le solicito a Jesús su bendición y por la felicidad de que yo pueda ser una bendición para otros. Sin embargo, a veces las Bienaventuranzas parecen ser definitivos, ya que contienen bastante en tan poco espacio. Por eso, le pregunto a Jesús a cuál Bienaventuranza me llama el día de hoy.

Adquirimos en mercados llenos de alimentos frescos traídos de todas unas unas partes del planeta. En restaurantes pedimos comida un minuto y el próximo minuto la recibimos. Nos encontramos menos prestos a maravillarnos de esta abundancia que a expresar frustración en el momento en que el sistema no funciona a la perfección. En Beatitudes 2-7 (vv. 4-9), la promesa es futura –“será”.

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• Por poner un ejemplo, si defiende a —o únicamente se hace amigo de— personas que son víctimas de chimentos o discriminación en su ubicación de trabajo, espere persecución.
• Estos géneros de clemencia le tienen la oportunidad de servir una virtud que de otra manera podría haber conseguido.

La bienaventuranza está en ya que Jesús está cerca. Dios puede emplear a esos que a los ojos de todo el mundo parecen tener poco valor. 8Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos van a ver a Dios. Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.®, Inc.® Utilizado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos y cada uno de los derechos en el mundo entero. El Evangelio dominical trae el producto de las bienaventuranzas. Vale la pena convertirlo en palabra para nosotros hoy.

A Introducción Al Sermón Del Monte.

En el Santo evangelio de hoy lunes, Jesús nos hace ver cuál es el auténtico sendero hacia la alegría auténtica. Las bienaventuranzas son reglas de vida simples para usar en el camino de la vida cristiana. Nos encontramos llamados a ser contentos dentro de todo lo que atravesemos, pues fuimos hechos para la promesa, fuimos hechos para el Cielo. Jesús usó la analogía del apetito y la sed a fin de que entendiéramos mejor la necesidad espiritual que todos contamos.

10Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, ya que de ellos es el reino de los cielos. Las bienaventuranzas no son sólo promesas para aguardar, son un programa de vida para reformar esta tierra. Si por un día todos los hombres fuésemos pobres de espíritu, mansos de corazón, pacíficos, misericordiosos, limpios de corazón, podríamos traer el cielo a la tierra.

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Los ricos y poderosos tienen la posibilidad de nombrarse dichosos por dado que suponen que tiene su existencia segura en este planeta al creerse dueños de todo cuanto tienen, pero los genuinos dichosos son los manso que aguardan en Dios su herencia. “Mi mano hizo todas y cada una estas cosas, y de esta forma todas estas cosas fueron, asegura Jehová; pero voy a mirar a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que treme a mi palabra”. “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”. que se traduce como plañir con enorme pesar, como en el momento en que se muere un sujeto cercano, plañir por luto. Esta bienaventuranza se puede comprender desde el punto de vista de esos que sufren en frente de las injusticias de este mundo con la promesa que van a recibir la consolación de Dios.

Los americanos revolucionarios tuvieron su Declaración de la Independencia. Con esta leyenda, Jesús declaró todo de lo que se trataba su reino. Las bienaventuranzas no nos distancian de los inconvenientes, ni nos garantizan prosperidad en el presente, ni nos dejan libre del mal. Nos llaman a abrir los ojos desde el monte, a comprender las multitudes y a sentir con ellas. Bienaventuradas las personas humildes, por dado que conocen el encontronazo que tiene en sus vidas el medio ambiente, y por ello admiten vivir de una manera que asegure la vida de las próximas generaciones. Jesús sabe de injusticias y del padecimiento por el pecado y el mal de los demás.

En definitiva, como dice el mismo beato, nos encontramos hechos para Dios y, mientras no lo logramos hallar experimentamos la insatisfacción. Los verdaderos pacificadores son esos que luchan por llevar la paz entre sus semejantes, si bien esto paradójicamente provoque en ocasiones la oposición de otros segmentos sociales que afecte sus intereses personales. Por este motivo hubo un constante enfrentamiento entre Jesús y las facciones religiosas. respectivamente los que representan 2 pretensiones físicas comunes. No obstante, Jesús no se está refiriendo aquí a una necesidad física sino más bien a una espiritual. Los judíos vivían en una época de dominio romano donde las injusticias ocurrían a cada instante.

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Nuestro Señor Jesús es el mejor ejemplo de lo que significa tener clemencia. Exactamente Él se humillo de la misma forma para despojarse de su divinidad y tomar forma de hombre y ser expuesto a exactamente exactamente las mismas debilidades y tentaciones que como mortales experimentamos. la cual ahora hemos considerado antes, sin embargo, hay un aspecto fundamental en lo que hace referencia al empleo que muchas veces se le daba en el heleno. Prausllego a ser una palabra que a veces asimismo se empleaba para detallar a un animal que había sido domesticado y entrenado para obedecer a sus amos sin el riesgo de que respondiera con agresividad. En el cristiano esta cualidad de mansedumbre describe a un individuo completamente sosten a Dios, que ha crucificado sus bajos instintos, que no reniega, sino que está pronta a obedecer lo que su Señor le afirma. “Llevad mi yugo sobre nosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis reposo para vuestras almas”.

En el instante en que el hijo de un contrincante está enfermo y usted admite reprogramar su presentación al cliente a fin de que su contrincante no tenga que seleccionar entre cuidar a su hijo y competir por el negocio, está exponiendo clemencia. Posiblemente sea realmente difícil poner nuestro poder en el trabajo bajo el control de Dios. En el planeta caído, semeja que son los beligerantes y los que se fomentan a sí mismos los que toman la frontal. “Usted no logra lo que merece, consigue lo que negocia”. Los “pobres en espíritu” son esos que se sumergen a sí mismos en la felicidad de Dios.

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