Lo que debes realizar y decir sobre Isaias

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El Siervo cargó con el castigo por los errores que hemos cometido. Éramos causantes ante Dios y Siervo del orificio de la culpa de nuestros errores. Él tomó nuestro castigo que se debió a nosotros debido a nuestra caída de la gloria de Dios. Él tomó nuestro sitio y murió nuestra muerte que precisamente merecíamos.

En ocasiones Jesús curó a los enfermos, pero no curo a todo el mundo en todas las oportunidades. Todavía cura ocasionalmente, pero Él no cura en todas las ocasiones. Lo que Jesús le preocupaba era nuestra enfermedad espiritual. Somos pecadores y requerimos la salvación de nuestros pecados. Ellos lo vieron como un enfermo de una “enfermedad despreciable, horrible.” Exactamente llevó él nuestras patologías, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

Isaías 53:5 Reina

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Mas Él herido fue por nuestras vulneraciones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros errores. El castigo de nuestra paz fue sobre él; y por su llaga hubo cura para nosotros. Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros errores. Por ofrecernos la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados.

(antes de su ascensión como el Rey de Sión) para expiar por los pecadores. Somos como un rebaño de ovejas tontas que se han ido por mal camino. “Paseamos por la vida solitaria, dejada, miserable, separado de Dios y el Buen Pastor, y privado de su precaución pastoral” . Nosotros somos los pecadores que se han desviado poco a poco más lejos de Dios. “Cada uno de ellos seguía su camino” — no el sendero de Dios.

que el profeta emplea para “patología” puede representar una extensa variedad de enfermedades. Isaías está hablando de la enfermedad de pecado. Pero también se refiere arriba la supresión de las consecuencias de esta nosología del pecado. En el pasaje de Isaías se nos enseña la razón por el padecimiento sin comparación del Suplente divino.

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Ya que fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros errores; el castigo de nuestra paz fue sobre Él; y por su llaga fuimos nosotros curados. Mas él fue herido por nuestras vulneraciones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por sus llagas fuimos nosotros curados. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 5Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros fallos; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

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Salvo que las verdades del padecimiento de Cristo en el presente artículo capturen tu corazón, no serás transformado! Cristo fue castigado en tu rincón, apaciguando así la justa furia de Dios contra tus errores. Hablad al corazón de Jerusalén y decidle a voces que su pelea terminó, que su iniquidad ha sido quitada, que ha recibido de la mano del SEÑOR el doble por sus pecados. así también Cristo, habiendo sido brindado una vez para llevar los pecados de múltiples, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le aguardan.

• Pero él fue herido por nuestros errores, molido por nuestras maldades.

Pero él fue herido por nuestros errores, y enfermo está por nuestras injusticias; enseñanza de paz nuestra sobre él; con el cardenal de él nosotros fuimos sanos. Fué traspasado por nuestros errores, triturado por nuestras injusticias; el castigo, precio de nuestra paz, cae sobre él, y a causa de sus llagas hemos sido curados. Mas él aherido fue por nuestras btransgresiones, molido por nuestras iniquidades; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por sus cheridas fuimos nosotros dsanados. El Sustituto Divino llevó los pecados de aquellos que con razón meritan el castigo de Dios.

y eran nuestras faltas por las que era destruido nuestros fallos, por los que era aplastado. El soportó el castigo que nos trae la paz y por sus llagas fuimos sanados. El castigo que nos val a la paz ca a sobre él y por sus cardenales éramos sanados.

El valor° de nuestra paz cayó sobre Él, Y por su herida fuimos sanados. Pero él fue herido por nuestros fallos, molido por nuestras maldades. Llevó el castigo que nos restauró, y por sus heridas fuimos nosotros sanados. Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros estuvieramos en paz, fue azotado para que pudiésemos ser sanados. El valor de nuestra paz cayó sobre Él, Y por su herida fuimos sanados.

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