lo irreconocible a dia de hoy sobre Lucas 7 36 50

lucas 7 36 50

47Por lo que te digo que sus múltiples pecados le son perdonados, por el hecho de que amó mucho; pero aquel a quien se le perdona poco, poco desea. 47Por lo cual te digo que sus varios fallos le son perdonados, pues amó bastante; mas aquel a quien se le excusa poco, poco desea. Los fariseos eran leales cumplidores de la ley mosaica. Jesús admite la convidación y se pone a la mesa, en aquella época habían tomado la práctica de los helenos de comer acostados. Jesús NO nos afirma una vida sin inconvenientes, pero SI nos afirma Su presencia, Su asistencia y la Victoria final. Si bien la vida te de mil fundamentos para renunciar… Dios te ofrece mil y un fundamentos considerablemente más para proseguir adelante.

El perdón es para todos, y mientras más grande la necesidad, mayor es la generosidad de la contestación de Dios. ¿Cuál podría haber sido mi reacción si yo podría haber sido el Fariseo o uno de los otros invitados? ¿Estuvo yo asimismo escandalizado por la conducta de la mujer y la reacción de Jesús?

Lucas 7: 36

Sin embargo, reconoce la necesidad de Jesús y se encuentra con su mirada clemente, su perdón total y su paz. Lágrimas de gratitud fluyen del corazón transformado de la mujer, pero Simón, no obstante, no entiende nada. Jesús es capaz de reconocer lo que le pasa a Simón y a la mujer.

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Perdonar es una experiencia bien difícil, y también soliciar perdón , igual que admitir que nos excusen. Tenemos en nosotros el deseo de ser inmejorables, de llevarlo a cabo todo bien, de no confundirnos nunca. Pero hay ocasiones en las que debemos admitir que nos hemos equivocado; veces en las que hay que desandar el sendero y tomar otra dirección, ¡es tan bien bien difícil!

En aquel tiempo, un fariseo suplicaba a Jesús que fuera a comer con él. Jesús, accediendo en la casa del fariseo, se acostó a la mesa. El fariseo dejaba de lado a todos los que él consideraba pecadores pero no sabía que en el corazón de Cristo no hay apartados.

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• Entre los puntos de la novedad que la Buena Novedosa de Dios trae es la actitud asombroso de Jesús hacia las mujeres.
• Y le suplicó entre los fariseos que comiese con él.

Ya que de exactamente la misma ella somos débiles y necesitamos el amor y la misericordia del Padre. El fariseo Simón invita a Jesús a su casa para comer. Y aconteció que cuando Jesús entró en la casa de uno de los principales de los fariseos un día de reposo para comer pan, ellos le estaban observando concienzudamente. María, cuyo hermano Lázaro se encontraba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume y le secó los pies con sus pelos. Mi Dios, ayúdame a comprender que, el perdón es la insignia de tu Reino, el obsequio que me das para aprender a querer mucho más, la vitamina considerablemente más robusta para realizar crecer a mi alma.

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Esta perícopa sigue el enfoque especial de Lucas sobre el papel de mujeres en la vida de Cristo. Un adorador o una adoradora agradecida es quien reconoce y da gratitud a Dios por lo que logró en su historia. En consecuencia, procura mantener una relación íntima con Dios en carácter, obediencia y distribución, y correspondiendo al amor que se le ha brindado.

Dada la situación de Jesús en la mesa, la mujer pudo lograr sus pies. 47 De ahí que te digo que sus errores, sus múltiples pecados, le fueron perdonados porque demostró bastante amor. Pero aquel a quien se le excusa poco, revela poco amor».

La continua identificación del pecado anónimo con la prostitución afirma considerablemente más sobre nuestros prejuicios hacia la mujer y su sexualidad que de esta mujer. Además hace de nuestra sexualidad femenina un tema sospechoso. No, es preferible sencillamente evocar que era pecadora —sin nombre y sin injusticias concretas, a fin de que tengamos la oportunidad identificarnos mejor con ella y, aguardemos, con su acto de devoción. Esta mujer expresa sus conmuevas y agradecimiento. El llanto refleja lo que siente en el interior. Se desborda a los pies de Jesús enjugándolos con su pelo y ungiéndolos con perfume.

La vida pecadora de la mujer del evangelio la había llevado hacia una situación insostenible, que ella expresa con sus lágrimas. Estando Jesús a la mesa, invitado por un fariseo, entra una mujer pecadora, con la vida destrozada. Sus gestos son de desesperación y audacia. Ella no fué invitada al banquete, pero irrumpe en la salón para solicitarle el perdón a Jesús con movimientos de arrepentimiento. Tenemos la posibilidad de hasta decir que Jesús, al hacer llegar el perdón de esta mujer, está cumpliendo la función sacerdotal de restaurarla en la red social.

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