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ya no vivo yo cristo vive en mi
Por el momento no soy yo quien vive; es Cristo quien vive en mí. Mi vida en este planeta radica en opinar en el Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí. Mi vida en este planeta radica en creer en el Hijo de Dios, que me amó y entregó su historia por mí. Con Mashíax estoy juntamente crucificado, y vivo; no ahora yo, mas vive Mashíax en mí; y lo que en este momento vivo en el fundamentar, lo vivo en la emuna del Ben Elojim, el que me amó, y se entrego a sí mismo por mí.
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo, no ahora yo, mas vive Cristo en mí: y lo que en este momento vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el que me amó, y se entregó á sí mismo por mí💚🙏
Gálatas 2:20
— Semillero de Fe 🙌🌱🌻 (@PatyhijadeDios) April 15, 2021
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Con Cristo fuí juntamente crucificado; y de momento no vivo yo, sino más bien Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y de momento no vivo yo, sino Cristo vive en mí; y lo que en este momento vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el que me amó y se entregó a sí mismo por mí. Pero con Cristo estoy juntamente crucificado, y por el momento no vivo yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que en este momento vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el que me amó y se entregó a sí mismo por mí. Con Cristo fui juntamente crucificado; y por el momento no vivo yo sino más bien Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.
- Y respecto del vivir en este momento en carne, vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí.
- Novios pentecostales en España comentan que ser “fanático por Dios es lo considerablemente más fantástico del mundo”.
y por el momento no soy yo quien vive, sino es Cristo quien vive en mí. Y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el hijo de Dios, que me amó y se entregó a la desaparición por mí. Estoy crucificado con Cristo, y por el momento no vivo yo, es Cristo quien vive en mí.
Pablo tuvo testimonio de haber cumplido el propósito en Cristo, de haber agradado a Dios al final de su tiempo ; con lo que tuvo el testimonio del Espíritu Santurrón que debía partir con el galardón terminado. Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al planeta. Bueno, para ello necesitamos que sea el Espíritu Santo el que nos hable y nos enseñe estas cosas; para que estas palabras sean espíritu y vida en nosotros. (Requerimos que estas palabras pasen de logotipos a jréma). En el instante en que quieres socorrer tu vida en este planeta, la empiezas a perder, ¿Por qué?
Ya que empiezas a caminar en el planeta, persiguiendo cosas de todo el mundo, amando las cosas de todo el planeta y malgastando tu vida en lo vano y temporal. Sembraras para las cosas de todo el planeta y segaras corrupción. Invertirás tu vida en lo que es pasajero y está destinado a no ser considerablemente más. Lo mucho más que puedes conseguir, es lo que el mundo te puede sugerir ; riquezas materiales, conocimiento humano, gloria humana, exitación para la carne y poder mundano, todo temporal, esto es, un suspiro de grandeza y después un frío cajón bajo tierra.
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No sé ya que los llaman guantes de trabajo ya que no hacen ningún trabajo. ¿Qué creen usted que se precisa a fin de que estos guantes trabajen? Ellos no harán nada hasta el día de hoy en que ponga mis manos en ellos. Ser un seguidor o discípulo de Jesucristo no es un deber a medias. Él nos llama a dejar nuestra vida anterior, a crucificar nuestro viejo yo. Entonces, a través del arrepentimiento, bautismo y la recepción del Espíritu Beato, nosotros intentamos vivir como Cristo vivió.
y ya no vivo yo, vive en mí el Mesías; y mi vivir humano de ahora mismo es un vivir de la fe en el Hijo de Dios, que me probó su amor entregándose por mí. vivo por la fe del Hijo de Dios, el que me amó, y se entregó a sí mismo por mí. ; sino más bien es que estas continuando en la fe y en el saber y comprensión de Dios y su obra.
De momento no soy yo el que vivo; antes bien, es Cristo el que vive en unión conmigo. Enserio, la vida que ahora mismo vivo en carne la vivo por la fe que es para con el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí. y yo vivo ahora mismo, o mucho más bien no soy yo el que vivo, sino Cristo vive en mí. De este modo la vida que vivo ahora mismo en esta carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, el que me amó, y se entregó a sí mismo a la desaparición por mí. Y al tiempo que vivo en carne mortal, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí. Todo lo que vivo en lo humano lo vivo con la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí.
El enemigo de Dios tratará de manera continua de separarnos de nuestra lealtad al Señor. Pero al paso que nos aferremos al que se entregó por nosotros, estaremos seguros. Debemos luchar ferviente y también infatigablemente para lograr el ideal de Dios para nosotros. No debemos llevarlo a cabo a título de penitencia, sino más bien como la única forma de poder la verdadera felicidad. lo que aún habitamos la carne, lo habitamos la fe del Hijo de Dios, lo habitamos la seguridad de su amor personal a cada uno de nosotros, por su clemencia.
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Y lo que en este momento vivo en la carne, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó, y se entregó a sí mismo por mí. Con Cristo estoy juntamente crucificado; mas vivo, de momento no yo, sino más bien Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el que me amó y se entregó a sí mismo por mí. y ya no vivo yo, sino que el Mesías vive en mí; y lo que en este momento vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, quien me amó, y se entregó a sí mismo por mí. Mi vida presente la vivo en la fe en el Hijo de Dios, el que me amó y se entregó a sí mismo por mí. y no vivo yo, sino más bien es Mesias quien vive en mí; la vida que vivo al que se encuentra en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Di-s que me amó y se entregó a sí mismo por mí. y no vivo yo, sino es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al que está en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí.
