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La verdad oculta sobre Dejad Que Los Pequeños Vengan A Mi

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Si usted mismo recibe el reino como un pequeño niño, entonces no va a hacer nada para impedir que los pequeños vengan a Jesús. Pero si usted está tratando de entrar en el reino de alguna otra forma diferente a esta, entonces probablemente usted sea un obstáculo para los pequeños. Si no es como un niño en su relación con Dios, los pequeños probablemente estén por debajo de usted y no serán dignos de su tiempo. Así que hay una relación muy angosta entre su humildad y su aptitud para llevar a los pequeños a Jesús.

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Si usted entiende bien una cosa podrá explicarla de manera sencilla a la multitud común y a los pequeños. Pero si usted mismo no tiene las cosas bien en claro, en la mayoría de las situaciones, su explicación va a ser bastante dificultosa. Hay dos formas de remover este tipo de obstáculo.

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Uno de ellos es tratar de llegar al niño y llevarlo a Jesús, aun si sus padres no quieran venir. Varios progenitores están prestos a dejar que otra persona guíe a sus hijos a la presencia de Jesús. Si ellos nos dan el permiso, debemos llevarlo a cabo. En el momento en que los progenitores de un niño no son creyentes, el niño está en una situación de desventaja inusual. No hay nadie en el hogar que lo lleve a Jesús.

Ellos simbolizan la promesa, en donde la educación tiene una gran palabra que decir. Querer a los niños es amarlos seriamente, si bien no procedan de nuestra sangre, a fin de que entonces, en algún recodo de su sendero, no se conviertan en desviados mayores. Por ello, duele ver aún pequeños haciendo un trabajo en las calles, realizando maromas para llevar un mendrugo de pan a sus familias. Duele que uno de tres pequeños en los países aún dependientes viva en extrema pobreza, con menos de un dólar períodico. Duele que uno de doce muera antes de los cinco años, que treinta de cien sufran desnutrición los primeros cinco años, elevándose a 40 y 4 en zonas depauperadas como la provincia de Chimborazo. Duele que mucho más de media parta de los pequeños en estos países no sea famosa oficialmente, que diecisiete de cien no vayan a la escuela y que otros veinticinco no acaben el quinto nivel.

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Ese es el objetivo de “Dejad que los pequeños vengan a mí”, un libro más que oportuno para poner encima de la mesa un fenómeno mundial que ha forzado al Vaticano a adoptar medidas de fondo para enfrentar una práctica que debe desaparecer de raíz. Un libro que aborda de manera clara un tema complejo que la sociedad solamente empieza a combatir en Colombia. Juan Pablo Barrientos , en charla con Juan Mosquera , presentará Dejad que los pequeños vengan a mí. Juan Pablo Barrientos es un periodista colombiano de 36 años, comunicador social de la Facultad Católica del Norte, experto en Periodismo Electrónico de la Facultad Pontificia Bolivariana y magíster en Estudios Latinos de la Capacitad de Georgetown. Fue corresponsal en Washington de La Fm y Noticias RCN; directivo de Teleantioquia Novedades; periodista de La Fm, La W y en este momento en 6AM de Caracol Radio. Fué instructor de las universidades Pontificia Bolivariana, Eafit, Beato Tomás y Politécnico Grancolombiano.

Los pequeños les contaron a sus amigos, y próximamente varios estaban apresurándose para proceder a saber a Jesús. Pero las mamás con niños pequeños no podían ir muy rápido. Les llevaba considerablemente más tiempo llegar con los niñitos de dos o tres años. Los pequeños de todas partes amaban a Jesús.

Un cierre favorable para una saga que, para mí, bien ha podido haber sido resuelta en dos libros. Soy absolutamente reluctante a temas religiosos, pero me agradó bastante la forma en que aquí se muestran todos los enredos que se ocultan tras la Iglesia. Un libro que puede ser realmente polémico para los fieles. Si hay algo que logre objetar del trabajo de Barrientos es el asumir que alguno u otro hecho logre comprenderse de manera directa como un acto mayor.

Mamá es la primera persona que nos recibe en este mundo y nos acompaña después a lo largo de siempre y en todo momento. Solo ella sabe lo que sería mejor para nosotros, sabe almacenar secretos y nos regala emociones memorables. Excelente.guru juntó los mucho más relevantes instantes de la vida de mamá y asimismo hijo que prueban lo fuerte que es el vínculo con ella. Todos fueron ilustrados por el artista estadounidense Pascal Campion, que dibuja lo que le pasa en su crónica día tras día. Un día, Jesús estaba enseñando a sus seguidores y una multitud le proseguía para lograr percibir lo que se encontraba enseñando.

Ellos querían grandeza anhelaban entender quien seria el mayor, pero Jesús les dice que la clave es la humildad la facilidad, pero además de esto les afirma que la grandeza esta en poseerlo, y una forma era recibiendo a los pequeños y así nos llega el poder de el. Hay óbices, como falta de viviendas, de lideres, de materiales, etc., entonces dejar que esos niños vengan a Jesús es eliminar esos óbices ¿Como? Ana oro para engendrar un niño y después lo consagro, que esta sea la historia, rezar para ganar una generación de pequeños, y después conseguir que esta se consagre al Señor a fin de que viva en su presencia. Vamos a rezar y ayunar también por ellos, como iglesia vamos a engendrar a los pequeños y mencionarle a Dios tú nos lo diste.

Les charlaba amablemente y les contaba historias maravillosas. A él le agradaban las flores y otros pequeños regalos que ellos le llevaban. Los pequeños como yo somos bienvenidos en la familia de Dios. Hermanos, no seáis pequeños en la forma de meditar; mucho más bien, sed pequeños en la malicia, pero en la manera de meditar sed maduros. Y todo Judá estaba parado enfrente del SEÑOR, con sus pequeños, sus mujeres y sus hijos.

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