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herencia de jehova son los hijos
Una palabra de aliento aquí y un pensamiento espiritual allí afectan una importante vida y dejan su marca indeleble en el alma inmortal. Contamos el solemne deber, el preciado privilegio, sí, la sagrada ocasión, de recibir con amor en nuestro hogar y en nuestro corazón a los pequeños que enriquecen nuestra vida. Considero fundamental visto que Jesús amara tanto a estos pequeños que hacía poco habían salido de la preexistencia para venir a la tierra. Los pequeños, en aquel entonces, como ahora mismo, bendicen nuestra vida, despiertan nuestro amor y nos inspiran a hacer buenas obras.
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En El Momento En Que Yo Era Niño, Charlaba, Pensaba Y Razonaba Como Un Niño; Pero Al Hacerme Hombre, Dejé Atrás Lo Que Era Propio De Un Niño
Los pequeños semejan estar ungidos con una fe inmutable en su Padre Celestial y en la aptitud y predisposición de Él para contestar sus dulces oraciones. Cuando un niño ora, Dios escucha; lo sé por experiencia personal. Es escencial la importancia de estos profesores, que elevan a nuestros pequeños, les aguzan el intelecto y los motivan a progresar. La Iglesia siempre tuvo especial interés en la educación pública, y exhorta a sus integrantes a formar parte de cualquier actividad que tenga como fin progresar la educación de nuestros pequeños y jóvenes.
Si entendemos de alguien que lo realice y no hacemos nada por parar al culpable, nos convertimos en cómplices; compartimos su culpa; experimentamos una parte del castigo. “Nada hay mucho más bello, entre todas las cosas bellas del mundo, que ver a un niño en el momento en que hace un obsequio, por insignificante que sea. El niño pone el planeta a nuestros pies; abre el mundo ante nuestros ojos tal y como si fuera un libro que nunca antes pudimos leer. Pero en el instante en que hace un obsequio, es siempre y en todo momento y en todo instante algo absurdo… como un ángel con apariencia de payaso. De todas maneras, es muy poco lo que puede ofrecer, por el hecho de que sin percatarse, ahora nos lo dio todo”9. Hace unas semanas, el día de mi cumpleaños, una preciosa niñita me regaló una tarjeta escrita por ella; en el sobre había metido un candadito de juguete que pensó que me complacería recibir de regalo.
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- La verdad es que los progenitores no formamos a nuestros hijos para entonces sacar provechos de ellos.
Muchas Gracias por comunicar esta lectura, deseo que el Espíritu Santurrón de Dios traiga revelación de su palabra a nuestras vidas. ¿Que podemos realizar para apresurar el crecimiento de nuestros hijos?. Tengamos cuidado de nuestros hijos, no solo para proporcionarles estudios de calidad, provisión económica, recrees de la carne y un espacio dónde vivir bien, sino para entregarlos como ofrenda de fragancia grato delante del Señor, para satisfacción, gloria y alabanza de Dios.
herencia de jehova son los hijos
Hete aquí, heredad del SEÑOR son los hijos; cosa de cree el fruto del vientre. Pero la palabra de Dios nunca cambia, en el momento en que nos hace una promesa nosotros tenemos la posibilidad de tener la certeza que eso se cumplirá en la vida nuestra, ahora mismo pensemos un tanto sobre los hijos debemos tomarlo como una herencia por parte del Constructor hacia nuestra vida. En el desenlace, la resolución de tener o no tener hijos recae sobre la pareja y en Dios, considerándola esmeradamente y en oración, singularmente antes que una pareja de algún paso irreversible para eludir permanentemente la procreación.
La herencia que Jehová te dió es para cuidarla, administrarla y más que nada hacer de ella algo bueno. Es un bien o elementos cedidos a un familiar o familiares próximos. Que reciban el profundo amor de Dios, y tú profundo amor. y podría transformarme en tu mayor inversión en el planeta. Y cualquier persona que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe. Conque, cualquier persona que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos.
Consideren los puntos fuertes y los desafíos que cada uno de ellos tenga. Determinen lo que tienen la posibilidad de efectuar para agradar las metas de cada uno. Esta forma de pensar ha causado que la población general adopte un número “aceptable” de hijos para las parejas. En los USA, el número mágico parece ser uno o 2; y más allá de que se acepta a tres, considerablemente más de tres es visto como irresponsable frente a los ojos de varios. Podemos consultar y oír esta actitud general en todas partes. Los hijos son un obsequio del Señor; los frutos del vientre son nuestra recompensa.
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Abundan varios testimonios de la continua “defensa” que hacen los hijos a favor de esos viejos por quienes ellos vinieron al planeta. Comprendemos de hijos que se hicieron cargo de sus progenitores en el momento en que ya la fuerza de estos perdió la lozanía de la vida. El precaución de esa herencia “habida en la juventud” tiene la posibilidad de tener dividendos a largo alcance. Nuestros países están llenos de historias sobre la utilización de la flecha por nuestros valientes caciques en el momento en que fueron conquistados y en el final sometidos. Es interesante que a nuestros hijos se les compare como “flechas” defensoras. ¿De qué nos hablaba en el instante en que relata esto en exactamente el mismo contexto de la “herencia de Jehová”?
En el momento en que no se aprecia al hijo como un don de Dios, se tiende a tratarlo tal y como si fuera propiedad. Debe charlar de lo que hace con la herencia, que no le forma parte. El que recibe una herencia, recibe un bien que no le forma parte. Un sujeto que recibe una herencia no tiene que charlar a absolutamente nadie de la herencia que ha recibido. En occidente herencia tiene relación a algo que se recibe, y se administra al antojo personal. En otras expresiones debemos obtener el principio aplicable el día de hoy.
En la parte final de este estudio pienso que son muy ilustrativas las próximas expresiones de especialista en Nuevo Testamento, Joachim Jeremías (Jerusalén en tiempos y también Jesús, Ediciones Cristiandad). Pero varios de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los hombres era como cinco mil. uego hay que finalizar precisamente en que en ese contexto social y cultural, donde primaban semejantes concepciones, es que el Salmista exalta los frutos del vientre, en otras expresiones, en el momento en que fueren hombres. muchas gracias por esta palabra tan edificante,Dios le bendiga grandemente.