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En ese momento, recibir a Cristo y confesarlo como Señor, a sabiendas de que la persecución iba a venir, indicaba una genuina salvación y la obra del Espíritu Santurrón. Son raras las manifestaciones externas de la fe en el instante en que la vida está en juego, y solamente que en la iglesia primitiva. Probablemente, Dios pudo haber escogido cualquier medio a fin de que va a llegar el mensaje de salvación, como mensajeros angelicales u actuando directamente sin un predicador humano. Sin embargo, la forma “normal” de Dios de traer a la multitud a Cristo Jesús es a través de la predicación del evangelio. “Suponemos todo que el Señor Jesús ha enseñado, pero debemos ir un paso mucho más y confiar en él.
Como he escrito en tantas ocasiones en el pasado, el problema está en nuestra definición de la salvación. La salvación tiene poquísimo que ver con ir al Cielo. La salvación no es un cambio de dónde estamos sino un cambio de quienes somos. La salvación nos desplaza de Satanás a Dios, no de la tierra al Cielo. Pero la salvación a la que acabamos de entrar debe ser llevada a cabo pacientemente y en el temor del Señor.
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A. El rechazo de Israel del evangelio de salvación a través de Cristo Jesús. Pero asimismo es escencial que creamos en nuestro corazón que Dios lo levantó de los muertos, si bien esto significa mucho más que el simple hecho de la resurrección. Esto incluye que el Señor Jesús murió en la cruz como nuestro Sustituto. Este versículo, apunta a 2 verdades básicas que son, la encarnación y la resurrección. No puede haber salvación sin una plena aceptación de estas doctrinas y todo cuanto significan. Debemos confesar con nuestra boca que Jesús es el Señor, esto es, que Aquel que nació en un pesebre de Belén es ni más ni menos que Dios manifestado en carne.
Pero la Ley no cumplió los deseos de Dios de conseguir un pueblo justo, ya que nuestra naturaleza pecaminosa hace que desobedezcamos la Ley—aunque deseemos obedecerla en su integridad. Conque no debe ver con que la Ley sea imperfecta; mucho más bien es cierto que no tenemos la posibilidad de recibir la justicia de la Ley si no es mediante Cristo. Y, puedo añadir, no únicamente por opinar en Cristo o por identificarte con Cristo sino más bien recibiendo en nosotros a Cristo para que Él se vuelva nuestra Vida y dirija nuestro comportamiento. Mucho más bien yo creo que Cristo es el cumplimiento de la Ley.
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como un boleto al Cielo, nos encontramos diciendo que la entrada a la salvación es el software terminado de la redención. En la mayoría del Nuevo Testamento está escrito lo que debemos llevar a cabo tras pasar por la entrada. En este momento pasamos por la puerta correcta, la puerta que da a la salvación. Lo que sigue tras esto es lo que muestra un inconveniente. El inconveniente con o sea que estos 2 versículos no tenían la intención de ser una fórmula para la salvación; considerablemente más bien forman parte de una epístola llamada “Carta a los Romanos”. Según todas las leyes de interpretación bíblica, debemos interpretar un pasaje según todo el contexto.
Hermanos, precisamente la intención de mi corazón y mi oración á Dios sobre Israel, es para salud. 17De modo que la fe prosigue al mensaje que se escucha,+ y el mensaje que se escucha llega a través de la palabra acerca de Cristo. ’,+ o sea, para efectuar subir a Cristo de entre los muertos”. Si, en tanto que, tus labios proclaman que Jesús es el Señor y crees de corazón que Dios le logró surgir triunfante de la desaparición, serás salvado.
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Debemos procurar comprender el sentido que le dio el autor. Entonces la fe es por el escuchar; y el escuchar por la palabra de Dios. Porque la meta de la ley es Cristo, para justicia á todo el que que cree. Por dado que ignorando la justicia de Dios, y procurando especificar la suya propia, no se han sostenido á la justicia de Dios.
Porque si tus labios profesan que Jesús es Señor y crees de corazón que Dios lo resucitó de la desaparición, te salvarás. Así que la fe viene por el aoír, y el oír por la palabra de Dios. Porque ignorando la ajusticia de Dios, y bprocurando establecer la suya propia, cno se han sostenido a la justicia de Dios. de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para asalvación. La auténtica fe que salva consiste en 3 puntos claves.
La justicia que Pablo ansiaba, la justicia que todos y cada uno de los Judíos anhelaban, se encontraba ahí en sus bocas y en sus corazones. como que todo cuanto hay que llevar a cabo para ser salvos es confesar que Jesús es Señor y opinar que Dios lo levantó de entre los fallecidos. Uno debe considerar los versículos precedentes si quiere comprender el sentido de estos 2 versículos. Por visto que con el corazon se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvacion. Pero si la salvación requiere de esa obra humana, entonces la salvación no es verdaderamente por la sola felicidad a través de la sola fe como otros muchos pasajes de la Escritura lo enseñan.
La única entrada al plan Divino de la redención es la confesión de Jesús como Señor y la creencia de que Dios Lo ha levantado de entre los muertos. Ya que Dios levantó a Jesús de entre los muertos estamos seguros de que Jesús puede socorrer. El pasaje previo, separado de su contexto, nos ofrece una simple fórmula para la salvación. Confesamos que Jesús es el Señor; consideramos que Dios lo levantó de entre los fallecidos; y somos salvos. Entonces definimos ser “salvo” como “ir al Cielo al fallecer”. Podríamos terminar que sin importar lo más mínimo lo más mínimo de qué forma nos comportemos tras tomar este paso de confesión y creencia iremos al Cielo en el instante en que fallezcamos.
