veintiuno Nov 2017
Escrito por: Gema de las Heras
¿Quién no ha visto este eslogan en alguna publicidad o bien en redes sociales? El origen de esta expresión viene de mil novecientos treinta y nueve, en el R. Unido y fue lanzado por el Ministerio de Información británico, al principio de la 2ª guerra mundial y frente a la inminente invasión nacionalsocialista. Su pretensión era la de animar a los ciudadanos y preparó tres eslóganes con el anagrama de la corona simbolizando de esta forma el apoyo del rey Jorge VI.
Se lanzaron 2 de ellos y hubo un tercero que no vería la luz salvo cuando la situación llegase a ser límite y afirmaba “Keep calm and carry on”, esto es, “Mantén la calma y prosigue adelante”. La invasión, a Dios gracias, no llegó a generarse y se destrozaron, en teoría, todas y cada una de las copias; no obstante, en el año dos mil un librero inglés entre una pila de libros que adquirió en una subasta halló un ejemplar que enmarcó en su librería, y para su sorprendo, verificó que la gente que visitaba su tienda se veía muy impactada por el eslogan. De ahí fue medrando y divulgándose su popularidad añadiéndose diferentes coletillas como “Keep calm and eat chocolate” y un largo etc de mensajes jocosos.
Mantener la calma, en nuestros días, se ha transformado en una compleja labor en tanto que todos nos vemos sumidos en una profunda agitación interior por el ritmo de vida que llevamos y por los diferentes sucesos que vivimos así sean sociales, políticos, económicos, atmosféricos y por no charlar de nuestros diferentes estados anímicos interior.
Mi enfoque en esta reflexión no es de qué manera sostener la calma en un instante determinado, frente a una nueva inopinada o bien un inconveniente con el que no contabas, sino, de qué manera desarrollar una vida de calma interior sin que nada de lo dicho previamente te llegue a afectar tanto para venirte abajo.
Una vida de calma se manifiesta por medio de la mansedumbre. Manso es aquella cualidad de la persona que se manifiesta como sosegada, dulce, que sostiene la calma y de forma frecuente está relacionada con el saber aguardar, ser ágil y obediente.
Jesús de Nazaret afirmó en una ocasión, “Venid a mí todos y cada uno de los que estáis trabajados y cargados, y os voy a hacer reposar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y encontraréis reposo para vuestras almas; por el hecho de que mi yugo es simple, y ligera mi carga”. Mat 11:28-30
La 1ª y gran convidación nos lleva a ir a Él, a Cristo; el llamado no es a aquellos que tienen un trabajo diario agotador sino más bien a aquellos que sostienen un fatigoso esmero por hallar la paz espiritual y el calmo en nuestros corazones. Jesús nos invita a entrar bajo su yugo, bajo sus reglas para traer la calma que precisamos.
Llevar su yugo es una metáfora judía que señala someterse a Él, a sus enseñanzas y discipulado. Cristo es el único Profesor, su persona y su obra nos dan la enseñanza idónea para entrar en reposo y paz de ánima.
El hecho de estar separados y distantes de Dios hace que nuestra ánima esté como en una coctelera, siempre y en toda circunstancia agitada por las contrariedades y incidentes de la vida mas en el momento en que nos rendimos a Él, el resultado es una calma absoluta. La cuestión es si estamos prestos a aprender de Él y reconocer que le precisamos.
Mi eslogan para ti el día de hoy es “Keep calm y ven a Cristo”, en Él encontrarás reposo.
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