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Y tú, Capernaúm, que eres alevantada hasta el cielo, hasta el bHades serás abatida, ya que si en Sodoma se hubieran hecho las maravillas que se han hecho en ti, habría continuado hasta este día. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos padece crueldad, y alos violentos lo quitan. entre aquéllos que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; apero el mucho más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. Los aciegos ven, los cojos andan, los bleprosos son limpiados, y los suecos oyen; los fallecidos son resucitados y a los cpobres es comunicado el evangelio. La preocupación de Jesús por nuestras cargas es tan auténtica como su preocupación por los judíos de su tiempo, que asimismo sentían la carga de la ley. Un yugo por norma general conecta a 2 bueyes a fin de que trabajen como aparato.
Jesús conocía las herramientas – y la pluralidad de maderas – y técnicas – y medidas. Realizando un trabajo juntos en su pequeño taller, José y Jesús se podían hacer llegar de manera fácil. Evaluaban los inconvenientes del mismo modo y desarrollaban exactamente exactamente las mismas resoluciones.
Estudio Exegético Homilético (mateo 11:(19
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“Venid a mí todos los que estáis cansados y estresados, y yo les aliviaré” San Mateo (11, 25-30)
— Reinaldo Gadea (@gadeaperez) June 19, 2020
de forma espontánea, con avidez y entusiasmo de un corazón de amor. Los yugos de palestinos en tiempos de Jesús eran de madera. El campesino llevaba su vaca al carpintero que tomaba las medidas y esbozaba el yugo y el buey fue traído de vuelta y el yugo se probó para el ajuste.
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El criterio no es la solución milagrera de todos y cada uno de los males, sino más bien la opción de Jesús por los mucho más pequeños, excluidos y enclenques de la sociedad. Somos invitados a alegrarnos con Jesús por la llegada del Evangelio a los mucho más pequeños y sencillos. En cambio, quienes se creen superiores, con derecho a desposeer y explotar, con autoridad autoatribuida para evaluar y elegir sobre el resto personas, ellos se autoexcluyen del Reino que llega en Jesús. Este avance de la exégesis por su parte se combina con la comprensión que lo que al final genera el efecto de sentido sobre nosotros es la manera final del artículo, como salió de la mano del evangelista (hasta donde lo puede reconstruir la crítica textual).
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No hay límite a su amor que abunda, la clemencia y la gracia. Él está ahí para asistirnos cuando lo requerimos. Él intercambios de reposo para nuestras preocupaciones expectantes. Para admitir su enseñanza va a traer reposo para el alma (Mateo, p. 256). El Padre soberano revela el Hijo único de los humildes. La carga que le da no es muy pesada, pues Él la transporta con nosotros.
A Mí me fué trasmitido todo por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre conoce bien absolutamente absolutamente nadie sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quisiere conocer . En la lectura leemos esos que admiten la misión de Jesús no fueron la gente fundamentales, sino los pequeños pequeños y los trabajados y cargados (Mt. 11.25). La sepa de paz, sea en la manera de ansiedad o de rencor y ánimo de venganza (el deseo ardiente de “arreglar cuentas”), puede ocasionar úlceras, colitis, hipertensión, asaltos al corazón, etcétera. Las enseñanzas de Cristo, si se toman de todo corazón, tienen un efecto curativo en toda la persona, alma y cuerpo.
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En este sentido, nos aproximamos a este artículo como una propuesta cristológica – entre las considerablemente más resaltadas de la cristología sinóptica – que nos sugiere ir a alegrarnos con Jesús por la llegada del Evangelio a los más fáciles, a dejarnos admitir por Él y a proseguirlo. El contexto inmediato del pasaje establece una distinción entre el reposo legalista demandado por los fariseos (Mateo 12,1-14) y la promesa de verdadero reposo, que procede de Jesús. El giro reposo para vuestras ánimas proviene prácticamente literalmente de Jeremías 6,16, contexto en el que Dios asegura verdadero reposo vinculándolo con una clara opción por su intención. El empleo del verbo epiginósko, con su prefijo epí, señala una mayor intensidad del comprender, en el sentido de admitir, comprender con precisión, entender completamente.
28Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo les voy a hacer reposar.
Los redactes y fariseos aseguraron un sofisticado conocimiento de Dios. Ellos tuvieron los grados y el entender superior. El verdadero leal tenía un conocimiento íntimo de Dios en Jesucristo.
El sensato y sabio, el inteligente y refulgente eran ignorantes de las verdades mismas que demandaban. El humilde logró un auténtico conocimiento de Dios. Jesús está describiendo la multitud humilde de todos y cada uno de los rangos. Venid a mí, todos y cada uno de los que estáis cansados y cargados, y yo les voy a hacer descansar.
