Iglesia Cristiana

El lado feo de Mateo 25 14-30

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mateo 25 14-30

A mi regreso yo lo habría recuperado con los intereses. Después de bastante tiempo, vino el señor de esos servidores, y les solicitó cuentas. Pero el que recibió uno cavó un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su patrón.

, o así como si hubiera visto todo aquello que por el Señor está mandado. A sabiendas de que yerra, deseando recoger frutos de justicia donde la ley no ha sido admitida, y hacer fieles de entre los gentiles esparcidos, que no son de la estirpe de Abraham. Siervo bueno, pues tiene relación a la caridad con el prójimo; y fiel, por el hecho de que no se apropió nada de lo que a su Señor pertenecía. Se da el talento a aquél que había agenciado otros diez, para que entendamos qué grande es el gozo del Señor en el trabajo de uno y otro; a entender aquel que duplicó los 2 y el que duplicó los cinco, sin embargo merecía mayor premio el que mucho más trabajó en pos de su Señor. Fuiste fiel en lo poco, ya que todo lo que al presente disponemos, si bien parezca grande y abundante, sin embargo, es poca cosa en comparación de los recursos futuros. Aunque el Señor no toleró el pasar por severo, como el siervo pensaba, dejó no obstante el resto descargos que este dio.

Escritos: Llamados A Ser Fieles

Más allá de que sea después de bastante tiempo, el señor semeja venir de forma imprevista (cf. antes, 24,50; 25,6.13). Por gracia, en efecto, he recibido felicidad, beneficio tras beneficio; al término de la ascensión, luz; y, por la luz, una luz mucho más clara. Y después, en la mitad de esta, resplandeció, fúlgido, el sol, y de él salió un rayo que me llenó totalmente, y allí me quedé llorando lágrimas dulcísimas y admirando lo inexpresable. El que obra bien y merece, se hace siempre y en todo instante digno de una mayor donación de gracias “y que los poderes concedidos a los acólitos crecen con la utilización y disminuyen con el desuso” (J. L. Mckenzie). Naturalmente, la parábola alegorizante tiene un valor “sapientiae” extremista y ha de ser medido en su ambiente.

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La Palabra De Dios

¿De qué manera “no entender el día ni la hora” perjudica ni a las cinco vírgenes prudentes o las cinco vírgenes insensatas? La diferencia no es que un conjunto sabía la hora, y el otro no. La diferencia radica en que un grupo trajo aceite para sus lámparas, y los otros no. Como yo se encontraba enseñando la parábola de las vírgenes, que no podía ver de qué manera el versículo 13 se desempeñó como cualquier clase de conclusión de los primeros 12 versos. La tentación es que nos llevan los datos de la parábola en el Evangelio de Lucas a la narración de Mateo, pero debemos ser precavidos sobre esto, reconociendo que estas parábolas, aunque afines, aseguraron en múltiples oportunidades y muy diferente.

En este momento empieza con esta estructura, artificiosa y pedagógica, pues no por emprenderse un viaje con regreso se debe tener los bienes, y aquí va a “confiarles su hacienda.” Por el contrario, lo distribuye a tres categorías de siervos. No se nos podrá recriminar que menospreciemos nuestros talentos; no tenemos más que uno, y pequeñísimo, en lo que se refiere al resto… Salvo que… Salvo que el Señor decida colmarnos con su felicidad, con su amor, con su vida. Esta es la auténtica fortuna, y en este sentido somos ricos y causantes. El siervo aquel que recibió cinco talentos es el pueblo leal que vino de la ley, partiendo de la que duplicó su mérito, cumpliendo la obra de la fe evangélica. Le llama siervo malo, por dado que calumnió al Señor; perezoso, pues no deseó duplicar el talento, y le condena tanto por la soberbia como por la pereza.

mateo 25 14-30

El único “que no posee”, pero todavía no “tener” es el que tiene el dinero de su señor, pero no logró ningún beneficio de él. El tercer siervo no tiene fines de lucro, no hay ganancia, para ofrecer a su amo, con lo que su talento es quitada y entregada a quien salió a trabajar con el dinero de su señor y también logró grandes adelantos para él. Esta es la razón por la cual fue crítico de la traducción del versículo 16 (véase la nota 1).

Pero contamos el tercero, ese siervo que más allá de que no se le brindaron muchas responsabilidades, en lo poco no fue leal, sino más bien desobediente y obstinado. Hay tres siervos, a cada uno de ellos se le da de conformidad con sus capacidades, es un obsequio de Dios, y él sabe que cosas tenemos la posibilidad de sobrellevar, nos exige a que actuemos, a que pongamos a producir lo que nos dio. De ahí que, en un sentido, hay que protestar contra la parábola. Producir “talentos” no significa conseguir dinero, tener poder, triunfan en la vida, sino más bien ser con amor.¿Para quién se produce? Jesús no desea que produzcamos para el amo egoísta y austero en el que piensa el tercer “siervo” de la parábola. Dios es “don” que se proporciona, se comparte… Dios nos pide que seamos y despleguemos vida, por el placer de ser y de prestar… Y por el gozo de hacer llegar lo que hemos recibido con los demás.

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¿Quizá Dios se va a enseñar injusto, demandando considerablemente más de lo que da? ¿No es mucho más bien la estupidez del criado lo que se desea poner énfasis aquí, en tanto que ha olvidado que el cariño tiende siempre y en todo momento al peligro y al infinito? No ha querido poner bajo riesgo los elementos que se le habían confiado; dicho de otra manera, no se ha dejado habitar por la disparidad de Dios. Por eso se le quitará el Reino y le va a ser dado a otros. «Has sido fiel en lo poco…; entra al banquete de tu Señor» . Alégrate, es una interjección, por la que indica su gozo el Señor, que invita a la eterna felicidad al siervo que trabajó bien; con lo que el Profeta afirma, «nos inundarás en el gozo de tu rostro» .

Resulta preciso poner en obra la justicia en el riguroso sentido que hemos encontrado 96. El Hijo del hombre vendrá en la gloria de su padre y dará a cada uno «de conformidad con su conducta» . Solo puede ser aceptada por Dios la fe vivida y realizada, no la confesión de los labios. Solo tiene la oportunidad de tener esperanza de ingresar en el reino de Dios el que ejercita con lealtad su cargo de administrador, el que transporta consigo aceite abudantemente para las lámparas y el que está vestido con el traje de boda.

No siente aprecio por el señor, está preocupado únicamente con su seguridad, y no va a arriesgarse para enriquecer al señor. Entierra el dinero, suponiendo que eso lo librará de la compromiso. Tras todo, los rabíes afirmaban que al sepultar el dinero acababa nuestra compromiso. • los siervos con cinco y 2 talentos se “fueron en el instante”, mientras que el siervo con un talento únicamente “se fue”. El siervo que recibió un talento, no obstante, cava un hoyo y sepulta el dinero del señor, que es una forma aceptable de proteger el dinero.

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