El lado feo de Galatas

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Un tanto mucho más de tiempo y el mundo no me va a ver más, pero nosotros me vais a ver; por visto que yo vivo, vosotros además viviréis. Y entendemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a fin de que conozcamos al que es verdadero; y nosotros nos encontramos en aquel que es verdadero, en su Hijo Jesucristo. Pues habéis fallecido, y vuestra vida está oculta con Cristo en Dios.

• Como el Padre que vive me envió, y yo vivo por el Padre, también el que me come, él asimismo vivirá por mí.

20Con Cristo estoy juntamente crucificado, y por el momento no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el que me amó y se entregó a sí mismo por mí. por el momento no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que en este momento vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el que me amó y se entregó a sí mismo por mí. Lo que en este momento vivo en carne, lo vivo en la fe del hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Cristo Vive En Mí

De esta manera la vida que vivo ahora mismo en esta carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, el que me amó, y se entregó a sí mismo a la desaparición por mí. Y mientras vivo en carne mortal, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí. y en este momento no vivo yo, es Cristo quien vive en mí.

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y por el momento no vivo yo, sino más bien el Mesías vive en mí; y lo que ahora mismo vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, quien me amó, y se entregó a sí mismo por mí. y por el momento no vivo yo, ya que es Cristo el que vive en mí. Mi vida presente la vivo en la fe en el Hijo de Dios, el que me amó y se entregó a sí mismo por mí. Con Cristo estoy juntamente colgado en el madero, y vivo, no ahora yo, sino más bien vive Cristo en mí; y lo que en este momento vivo en la carne, vivo por la fe del Hijo de Dios, el que me amó, y se entregó a sí mismo por mí. Estoy crucificado con Cristo, y por el momento no vivo yo, es Cristo quien vive en mí.

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Pues nosotros que vivimos, regularmente estamos siendo entregados a muerte por causa de Jesús, a fin de que asimismo la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo mortal. para vivir el tiempo que le queda en la carne, no en este momento para las pasiones humanas, sino para la intención de Dios. Pero jamás pase que yo me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el que el mundo fué crucificado para mí y yo para el planeta. Ya que los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

, a fin de que el cuerpo del pecado sea destruido, para que no sirvamos mucho más al pecado.” Mediante la cruz, nosotros estamos determinados con la desaparición de Cristo. La ra­zón pa­ra ello es el man­te­ni­mien­to del yo en pri­mer lu­gar. ¡En­tre­ga, aho­ra mis­mo, tu yo or­gu­llo­so, men­ti­ro­so, y ego­cén­tri­co en la muer­te de Je­sús!

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pues con el Cristo fui crucificado, y por el momento no vivo yo, sino el Cristo vive en mí. Y lo que en este momento vivo en el cuerpo, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí. Con el Mashíaj fui ejecutado en el madero; y ya no vivo yo, sino que el Mashíaj vive en mí.

Su servicio con la palabra de Dios se ha extendido durante mucho más de 27 países en 13 idiomas. Es directivo ejecutivo y consultor de múltiples ministerios cristianos, desarrollando hablas, manuales bíblicos, libros, estudios, devocionales, vídeos y elementos para la vida espiritual. Yo se que en nuestra cultura apostata y corrompida, es mas fácil decir “Yo soy un pecador, salvado por Cristo” que decir “Yo soy un santurrón, que en ocasiones cae en el pecado”. La biblia charla de los hermanos como santos, y toca a nosotros charlar y meditar bíblicamente, en especial en los temas de la identidad. Y si prestáis a esos de quienes aguardáis recibir, ¿qué mérito tenéis?

Con Cristo estoy juntamente crucificado; mas vivo, ya no yo, sino más bien Cristo vive en mí; y lo que ahora mismo vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el que me amó y se entregó a sí mismo por mí. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y por el momento no vivo yo, sino Cristo vive en mí; y lo que en este momento vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y por el momento no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora mismo vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el que me amó y se entregó a sí mismo por mí. Pero con Cristo estoy juntamente crucificado, y por el momento no vivo yo, sino más bien Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el que me amó y se entregó a sí mismo por mí. Con Cristo fuí juntamente crucificado; y por el momento no vivo yo sino Cristo vive en mí. Lo que en este momento vivo en la carne, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.

y por todos murió, para que los que viven, por el momento no vivan para sí, sino más bien para aquel que murió y resucitó por ellos. llevando siempre y en todo momento en el cuerpo por todas partes la desaparición de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. No es que queramos tener control de vuestra fe, sino somos ayudantes para vuestro gozo; ya que en la fe permanecéis firmes. Por consiguiente, fuimos sepultados con El por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, de esta manera además nosotros andemos en novedad de vida. nuestro deseo de agradar a los hombres y mujeres, o personas valoradas, que son engañados en el legalismo. los pecadores son el único género de personas que Jesús puede socorrer.

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