El Jose Hijo De Jacob Diario

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Rubén, el mayor, intentó persuadirlos de que no era buena iniciativa.Pero en el instante en que José llegó lo arrojaron a un pozo de agua vacío y lo tuvieron atrapado hasta elegir qué hacer con él. A través de su servidumbre en Egipto, José se transformó en el salvador de la familia de su padre. Sin embargo, este hecho no redujo la culpa de sus hermanos. Prontísimo el padre y los hijos, con sus familias, sus rebaños y manadas, y muchos ayudantes, se pusieron en sendero a Egipto.

Este obsequio particular va a desatar los celos y la catástrofe. Jacob (a quien Dios rebautizó Israel) tenía 12 hijos , de 4 esposas diferentes. Alcanzó a ver a tres generaciones de los descendientes de su hijo Efraín, y vivió lo suficiente para poder ver el nacimiento de los hijos de Maquir, el hijo de Manasés, a quienes recibió como suyos. Llevaron su cuerpo a la tierra de Canaán y lo sepultaron en la cueva que está en el campo de Macpela, cerca de Mamre. Esa es la gruta que Abraham le había comprado a Efrón el hitita como rincón de sepultura persistente. Conque los hijos de Jacob hicieron como él les había ordenado.

José (génesis 37:2

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• Su alma se conmovió y tomó la decisión de ser leal a Dios y de actuar en cualquier circunstancia como convenía a un súbdito del Rey de los cielos.
• El copero le contó que en su sueño exprimía tres racimos de uva en la copa del Faraón, lo cual José interpretó como que en tres días sería proclamado inocente, recobrando su puesto.

José le mentó que el sueño significaba que en tres días el copero sería indultado y volvería a su trabajo previo como copero del faraón. Luego de un tiempo, el faraón se enojó con 2 de sus mandatarios, el jefe de los coperos y el jefe de los panaderos, y los envió a la prisión donde se encontraba José. Pasó un periodo de tiempo de tiempo y después, una noche, tanto el copero como el panadero, tuvieron un sueño cada uno de ellos.

Fue entonces en el instante en que José se dio a entender a sus hermanos, calmó sus miedos, y los envió de vuelta con una apremiante convidación a Jacob a venir a instalarse en Egipto (caps. , 24). 5Y en este momento tus dos hijos Efraín y Manasés, que te nacieron en la tierra de Egipto, antes que viniese a ti a la tierra de Egipto, míos son; como Rubén y Simeón, van a ser míos. 6Y los que tras ellos has engendrado, serán tuyos; por el nombre de sus hermanos serán llamados en sus heredades. 7Porque en el momento en que yo venía de Padan-aram, se me murió Raquel en la tierra de Canaán, en el camino, como media legua de tierra viniendo a Efrata; y la sepulté allí en el camino de Efrata, que es Belén.

Hasta que las crecidas superaron los 20 metros, o sea, verdaderas crecidas de agua que tardaban en reabsorberse y también impedían sembrar. La fertilidad de las tierras egipcias es dependiente de las crecidas o desbordes del Nilo cuyas aguas al retirarse dejan una cubierta de limo muy fértil para la siembra y cultivo de grano. Sin embargo, desde el hallazgo de Avaris, el egiptólogo David Rohl, dice que las patentizas del paso de José por Egipto hay que procurarlas poco antes de los hicsos, bajo el reinado del faraón Amenemhat III, de la 12a dinastía. A Jacob le costó mucho desprenderse de Benjamín y mandarlo a Egipto, para efectuar el extraño requerimiento de aquel poderoso señor que los tenía en sus manos, pero por último se resignó a realizarlo pues el apetito era atroz.

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Allí vivieron como prósperos pastores del rey, al paso que en su miseria los egipcios fueron gradualmente reducidos a vender sus tierras a la corona, para garantizar su subsistencia de manos del todopoderoso presidente de faraón. A lo largo de los últimos momentos de Jacob, José le prometió que lo enterraría en Canaán, y asimismo logró que adoptara a sus 2 hijos, Manasés y Efraín (47, ). Después del deceso de su padre, mandó a embalsamar su cuerpo y lo sepultó con enorme pompa en la Gruta de Makpelá (50,1-14). Además disipó los miedos de sus hermanos, quienes temían que en este momento se vengaría de ellos por el anterior castigo. Murió a la edad de ciento diez años, y su cuerpo fue embalsamado y puesto en un ataúd en Egipto (50,15-25). En el desenlace, sus restos fueron llevados a Canaán y sepultados en Siquem (Éxodo 13,19; Josué 24,32).

El contexto deja claro que charlamos de una cubierta particular – una cubierta que muestra el cariño particular que Jacob siente por José y el prominente estatus que José goza con su padre. Indudablemente hablamos de una cubierta muy elegante, indebida para el trabajo manual que sus hermanos están haciendo. Si bien por práctica Jacob está obligado a darle a Rubén, su primer nacido, cierta cantidad de su herencia y una bendición, esta cubierta exhibe su auténtico aprecio. Regresaron los hermanos a casa de Jacob, que estaba con Benjamín, el menor de todos, y le dijeron al papá que habían encontrado esa túnica ensangrentada. Se halló también una vivienda mucho más fundamental que el resto, en cuyo jardín está el sepulcro que David Rohl cree es el de José, por las causas ahora explicadas.

—Relajados, no tengan miedo —les dijo el administrador—. El Dios de ustedes, el Dios de su padre, debe haber puesto ese tesoro en sus costales. pero cuando íbamos de regreso a nuestra casa, nos detuvimos a pasar la noche y abrimos nuestros costales. Entonces descubrimos que el dinero de todos nosotros —la cantidad precisa que habíamos comprado— ¡estaba en la parte superior de cada costal! Han venido para ver lo vulnerable que se ha hecho nuestra tierra. Después han comenzado los siete años de apetito, como José había pronosticado.

Aquí no hay ninguna indicación de que Rubén ame a José – o que le odie menos que los demás hermanos. Tampoco tenemos ninguna indicación de que su queja surja de preocupaciones morales. Como veremos en versículo 22b, Rubén no pretendía socorrer a José, pero no tenemos la posibilidad de comprender seguramente si Rubén amaba a José o si sencillamente deseaba eludir la bien difícil situación donde se encontraría si José muriese.

Así que los hijos de Jacobllegaron a Egipto junto con otra gente para obtener alimento, porque el apetito también había llegado a Canaán. Entonces, dada la gravedad del apetito en todas y cada una partes, José abrió los graneros y distribuyó grano a los egipcios, por dado que el hambre era intensa en toda la tierra de Egipto. A lo largo de ese tiempo, antes del primer año de apetito, les nacieron 2 hijos a José y su mujer Asenat, hija de Potifera, el sacerdote de On. Como se había pronosticado, la tierra produjo cosechas rebosantes durante siete años. Realice que ellos reúnan toda la producción de alimentos en los años buenos que vienen y la lleven a los graneros del faraón. Almacene bien el grano y vigílelo a fin de que haya alimento en las ciudades.

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