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daniel en el foso de los leones
Él espera que Dios sea quien valore eso. Un ángel se encargó de 185,000 asirios y los mató a todos él solo. “Mi Dios envió Su ángel, el que cerró la boca de los leones para que no me hicieran daño, porque ante Él fui hallado inocente.” Eso no es orgullo; eso es cierto.
Pero la explicación que yo prefiero es que Darío es tan solo otro nombre para Ciro… Tan solo otro nombre para Ciro. Creo que esa es la mejor explicación de todas. Pues la palabra Darío es un título… Es un título. Es como una suerte de faraón, o rey, o César.
Daniel Y El Foso De Los Leones
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Su historia es un caso de exhibe vivo de que se puede ser un hombre íntegro, aun en esta vida, si se hace de Dios la fuente de nuestra fuerza y se aprovechan de manera sabia las ocasiones y los privilegios que estén a nuestro alcance. Daniel era un enorme intelectual; y aun de esta forma, todo el tiempo intentaba acrecentar su conocimiento y alcanzar logros mucho más superiores. Otros jóvenes tenían exactamente las mismas oportunidades; pero, en contraste a él, no dedicaron sus energías a buscar la sabiduría, el conocimiento de Dios como se revela en su palabra y en su obra. Aunque Daniel era entre los mayores hombres de todo el planeta, no era orgulloso ni autosuficiente. Sentía la necesidad de ofrecer de comer su alma con la oración y cada mañana rogaba francamente frente Dios.
Entre los elementos considerablemente más esenciales de la historia es la ley de los medos y persas. Tres ocasiones en el capítulo leemos que esta ley, una vez divulgada, no podía ser cambiada (vv. 8, 12, 15). Aun el rey no podía alterar sus leyes. Lo que leemos en el capítulo 6 es diferente de los cinco capítulos precedentes. Nabucodonosor y Belsasar eran reyes babilónicos, no persas. Como semejantes, estaban libres de semejantes restricciones.
Que por su majestuosidad absolutamente nadie debía orarle a otro que no fuese Él, por dado que Él era el único rey. Con la meta de apresar a Daniel, incitaron al rey Darío a realizar una exclusiva ley. Estableciendo un intérvalo de tiempo de treinta días en todo el reino en el que todos debían rezar solo al rey. A lo que el rey le pareció una enorme idea y aprobando la idea, realizo una exclusiva ley.
daniel en el foso de los leones
Y entonces, decir que un hombre podía ser Dios para nosotros es algo completamente absurdo, ya que Dios es beato y justo y perfecto y no tiene ninguna de las deficiencias de la raza humana. Pero en esta ocasión, en vez de verlo como un joven, como lo hemos visto anteriormente, lo observamos como un hombre muy mayor. De verdad, marquen esto, en el capítulo 6, Daniel tiene prácticamente 90 años de edad… 90 años y todavía todavía es el hombre de Dios. Y todavía es el preferido del rey para ser Primer Ministro. Usted sabe, el poder de una vida virtuosa se extiende hasta una edad avanzada.
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¡A ti no te harán nada por dado que pasarás inadvertido! Pero si te consagras, sabe bien que cosas fuertes van a suceder. ¿Deseas que se te vengan encima múltiples inconvenientes? Entonces, tú harás las cosas bien y quienes están a tu alrededor van a ser los primeros que querrán serrucharte las patas. ¡Lamentablemente habitamos un mundo que actúa de este modo! O sea que te tienen la oportunidad de caer situaciones o dificultades gigantes, una, por causa del pecado que reina en el mundo o pues hiciste las cosas mal, y la otra ocasión es pues eres bueno y increíble en todo lo que haces.
“¿Recuerda su majestad la orden que dio de que no se adorara a ningún otro dios mucho más que a usted? En tanto que bien, ¡Daniel desobedeció la orden! Más allá de que Daniel se había enterado de la orden del rey, continuó orando al señor. Toda su historia había orado por lo menos tres veces al día. Arrodillado al lado de una ventana que miraba hacia Jerusalén, Daniel le daba merced a Dios por sus bendiciones.
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A causa de sus restricciones, el hombre solo puede evaluar por las apariencias. Únicamente a Dios, quien conoce los motivos misterios de los actos y trata a cada uno de ellos con amor y compasión, le corresponde seleccionar la situacion de cada alma. Y aun de este modo no huyó de todo el mundo para eludir su predominación corruptora. La providencia de Dios lo puso en el mundo más allá de que no era de todo el mundo.
Daniel, el líder de los consejeros, era un hombre que creía en Dios. Daniel hacia la voluntad de Dios y seguía los mandamientos del Señor su único Dios. Al resto de los hombres no les agradaba la actitud de Daniel. Con lo que sus compañeros tenían otros planes para Él y no lo querían a cargo. Esta narración sobre Daniel cuenta de qué forma llegó a Babilonia con Sadrac, Mesac y Abednego. Cada rey que iba y venía, a esa nación les gustaba el desempeño de estos hombres.