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en el mundo vais a tener aflicción
En la noche antes de su trágica crucifixión, Jesucristo mostró su amor por sus acólitos y sus seguidores en todos los tiempos. Más allá de las intranquilidades que los cristianos experimentan, Él quiere que nosotros tengamos paz y ánimo. Solicitemos hermanos solicitemos los deseos de nuestro corazón, Y el nos los va a dar, tengamos fe, pero al mismo tiempo paseemos con humildad bajo su dirección y cuidado. Es así como si fuéramos hacendados y somos dueños de un caballo de carreras. Si el animal esta bajo nuestro precaución vamos a poder asistirle, si esta en nuestros corrales y en nuestros potreros comprendemos que come, cuanto ejercita, cuanta agua bebe, comprenderemos todo de el y de alli que vamos a poder asistirle de la mejor forma.
En el planeta vais a tener preocupaciones; pero tened ánimo, que yo he vencido al mundo\\\’. Les he dicho todo lo mencionado a fin de que podáis hallar la paz en vuestra unión conmigo. En el planeta vais a tener sufrimientos; pero ¡ánimo!
Cómo Dios Le Charló Con Esta Experiencia Como Papá
En el capitulo 16 de Juan nos encontramos con un relato atrayente. Jesus les se encontraba advirtiendo sobre las aflicciones que iban a tener que atravesar por opinar en Su nombre, al paso que ellos proseguían esperando que Él los librara del yugo del imperio De la ciudad de roma. Estaban listos para coronar al Mesías como su Rey y libertador, pero Dios tenía un plan bastante mas grande para la raza humana.
Pero tened buen ánimo, yo he vencido al planeta\\\’. En el mundo vais a tener aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo. Estas cosas os he hablado para que tengáis paz en mí. En el mundo vais a tener aflicción; pero tened ánimo, yo he vencido al mundo. 33Estas cosas les he hablado para que en mí tengáis paz. “Estas cosas les he hablado a fin de que en mi tengáis paz.
Pues todo lo que es nacido de Dios vence al planeta; y esta es la victoria que ha vencido al planeta, nuestra fe. El planeta esta lleno de muchas aflicciones, pero ten presente que si bien estamos en este planeta no somos de este planeta, NUESTRA MORADA ES CELESTIAL. Los Cristianos que luchan, seguido esperan el día en que se reirán de las tentaciones y van a tener una victoria tras otra sin esfuerzo. Se nos han prometido luchas al paso que permanezcamos en este planeta; sin embargo hay paz en Jesús.
Su mano se prolonga como se prolonga para recoger a Pedro en el instante en que se hundía en el mar y esta promesa es para mi. No tengamos miedo ni nos desanimemos en el momento en que las aflicciones golpeen a nuestra puerta, sino más bien Enfrentemos, Peleemos, Venzamos, Conquistemos y Poseamoscada desafío que se nos enseña, sabiendo que en Él somos mas que vencedores. Israel falló, físicamente salió hacia la tierra prometida, pero en su modo de vida y de meditar siguió aferrado a las construcciones de Egipto. La iglesia puede comprenderse como una barca en donde a lo largo de su trayectoria padecerá tempestades, sin embargo, en todo tiempo, la presencia de Dios va a estar con la vida de la iglesia, cuidando y dirigiendo a su pueblo hacia nuevos puertos.
en el planeta tendréis aflicción
En el momento en que pierden a un ser querido, o pierden su empleo, o sencillamente ven que las cosas no están andando de la manera que ellos querían empiezan a hacerle una pregunta a Dios ¿por qué razón? A mi no me sorprendería esta pregunta si viene de un individuo que no ha gozado jamás de una relación personal con Dios, pero en el instante en que un católico lo afirma, me sorprendo por el hecho de que enserio pienso como pudimos haber sido tan egoístas. Quizá ¿no han habido otra gente que pierden seres queridos, que pierden sus empleos, o que pasan un instante de radical mal? ¿Por qué no cuestionamos a Dios en el instante en que ellos estaban atravesando alguna contrariedad? Quizás por visto que nosotros nos encontramos bien en nuestro relación con Dios, ¿eso significa que el resto meritan la aflicción que están atravesando? La respuesta es bien fácil, como jamás nos había tocado experimentar un momento de esta manera nunca se nos ocurrió cuestionar a Dios.
Pero resistidle firmes en la fe, a sabiendas de que exactamente las mismas vivencias de padecimiento se marchan cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Mucha es mi seguridad en vosotros, tengo bastante orgullo de nosotros, lleno estoy de consuelo y sobreabundo de gozo en toda nuestra aflicción. Y que exactamente el mismo Señor de paz siempre y en todo momento les conceda paz en todas y cada una de las circunstancias.
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¿Quieres vivir las promesas de Dios? Bien.
Sólo recuerda que la aflicción es también es una promesa: “En el mundo tendréis aflicción”(Juan 16:33)Confía en Él y vas a tener paz, ¡El venció!
— 𝐉𝐞𝐬𝐬⚓️💙 (@Jessibanez) April 7, 2021
Jesus preparaba a sus discípulos para lo que iba a venir a sabiendas de que en ese momento no lo comprenderían pero que mucho más adelante sus promesas resonarían en sus corazones. Jesus sabía que en unas horas sus discípulos se esparcirían y lo abandonarían en el instante de mayor dolor, pero que Su propósito se iba a cumplir en sus vidas mucho más adelante y que Su nombre sería glorificado. Jesus no les prometio liberarlos de la aflicción, sino más bien a confiar en Él, el enorme vencedor de la aflicción. Lo que el Señor charló y quedo registrado en la Biblia, son palabras de seguridad y de seguridad. El ha dicho lo que les he hablado fué para que en mí tengáis paz.
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Es irónico, pero al tiempo que el católico ve pasar bombas y granadas a su alrededor, mientras que le disparan en la pierna y en el brazo derecho, tiene paz en su alma. Su comandante ya ganó la guerra, ahora venció al mundo. Todas y cada una de las aflicciones que a él le toquen pasar, no podrán frustrar su triunfo final. Aunque Satanás, el mundo, el pecado, las situaciones de la vida y el «yo» están aliados contra los soldados de Jesucristo, El Rey asegura que en él está la paz.
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- Se nos han prometido luchas mientras que permanezcamos en este mundo; sin embargo hay paz en Jesús.
- Lo eterno siempre va a pesar mas que lo terrenal, pero vivimos tal y como si fuera del revés entonces en el instante en que la vida nos golpea con un fuerte golpe comenzamos a dudar del poder de Dios y cuestionar sus propósitos para nuestra vida.