El Consejo del experto sobre el misterio en Biblia Reina Valera Amen Amen al descubierto

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Y Josafat se inclinó rostro en tierra, y todo Judá y los pobladores de Jerusalén se postraron enfrente del SEÑOR, adorando al SEÑOR. y el pueblo creyó. Y al oír que el SEÑOR había visitado a los hijos de Israel y había visto su aflicción, se postraron y adoraron. “Y no nos misiones en tentación, mas líbranos del mal. Por el hecho de que tuyo es el reino y el poder y la gloria para siempre jamás.

Ya que el Hijo de Dios, Cristo Jesús, que fue predicado entre nosotros por nosotros (por mí y Silvano y Timoteo) no fue sí y no, sino más bien fué sí en El. Pues tantas como sean las promesas de Dios, en El son sí; por eso también por medio de El, Amén, para la gloria de Dios mediante nosotros. Salio pues el pueblo, y trajeron, y asimismo hicieronse cabanas, cada uno sobre su terrado, y en sus patios, y en los patios de la casa de Dios, y en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Ephraim. El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que es descreído al Hijo, no verá la vida, sino la furia de Dios está sobre él. Pasado esto, vino Jesús con sus acólitos á la tierra de Judea; y estaba allí con ellos, y bautizaba. La palabra está de manera directa relacionado – de hecho, prácticamente idéntica – a la palabra hebrea para “opinar” ( ‘adoran ) , o lealtad.

(la Preservación De La Palabra De Dios En Español Frente A La Crítica Textual)

20porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, a través de nosotros, para la gloria de Dios. necesito la biblia redactada pues me posibilita el estudio diario, que el Señor los bendiga grandemente. Increíble acompañamiento, me chifla la versión más allá de que recientemente me hace aparición denegada la página, Dios los bendiga. El traductor indispensable fue Casiodoro de Reina, y el primer revisor, Cipriano de Valera.

Nuestra palabra amén viene de una palabra hebrea que tiene una pronunciación afín. La Concordancia de Strong define la palabra como “cierto, verdad, amén, o de esta forma sea”. Decir “amén” en el final de una oración asegura nuestra afirmación de que lo que se acaba de decir es cierto y que nosotros estamos según la oración. Aunque la palabra transliterada “Amén” nos es familiar, por alguna razón los traductores decidieron traducir este empleo de manera diferente, y probablemente se deba a que se utiliza de forma muy distinta. En la versión Reina Valera, se tradujo como \\\’de hecho\\\’, y en la mayoría de las versiones modernas como \\\’Te digo la realidad\\\’ o \\\’verdaderamente te digo\\\’. En todos y cada uno de los casos, es la raíz del hebreo, “amén”, y se traduce simplemente para darnos un mejor concepto de lo que Jesús dice y por qué razón.

Y el dia siguiente se juntaron los principes de las familias de todo el pueblo, curas, y Levitas, a Esdras escriba, para comprender las palabras de la ley. Y todo el pueblo salió a comer y a beber, y a enviar porciones, y a disfrutar de grande alegria, ya que habian entendido las expresiones que les habían ensenado. Es realmente viable que “Amén” sea la palabra mucho más conocida por todos los pueblos de todo el mundo. Una razón es que amén no se traduce, sino se transcribe, lo que hace que sea simple de entender para todas la gente en todas y cada una partes. ¿Confuso? De todas formas, es bien fácil.

La Biblia nos proporciona múltiples ejemplos de una forma única en que Jesús usó la palabra amén, que por norma general se nos oculta debido a las diferencias de idioma. Este empleo único de amén se puede observar al comienzo de las oraciones en el momento en que Jesús está a puntito de exponer algo enserio a los que escuchan. Múltiples de nosotros entendemos que la palabra amén es un cierre para una oración. En el instante en que comentamos amén en el desenlace de una oración, ¿verdaderamente entendemos por qué lo decimos o qué es lo que significa? Amén es una palabra hebrea que es esencialmente una afirmación enserio o acuerdo, que significa algo tal como \\\’que así sea\\\’, \\\’es de esta forma\\\’ o \\\’es cierto\\\’. Cuando terminamos una oración con la palabra amén, estamos reconociendo que consideramos que Dios escucha activamente nuestras frases, y que nuestras frases serán respondidas por él en su tiempo.

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al único sabio Dios, por medio de Jesucristo, sea la gloria para toda la vida. HE AQUI, VIENE CON LAS NUBES y todo ojo le va a ver, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por El; sí. Por ende, amados, sabiendo esto de antemano, estad en guardia, no vaya a ser que arrastrados por el error de hombres desvergonzados, caigáis de vuestra firmeza; antes bien, creced en la felicidad y el saber de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Y cuando hayáis sufrido algo de tiempo, el Dios de toda felicidad, que les llamó a su gloria eterna en Cristo, El mismo perfeccionará, afirmará, fortalecerá establecerá. A El el dominio por los siglos de los siglos. Por consiguiente, al Rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos.

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Parte segunda. Todas las citas bíblicas fueron tomadas de la versión Reina Valera de 1960 salvo que se indique lo contrario. Realice click sobre ellas para leerlas.

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Hágase tu intención, como en el cielo, así también en la tierra. A sabiendas de que la palabra \\\’amén\\\’ es, en esencia, una confirmación de la verdad, no llama la atención que la confirmación completa y especial de todo lo que es verdadero, todo lo que es especial y exacto, se vea en la persona del mismo Jesús. Quiere decir que hablamos la misma palabra pronunciada por los curas, profetas y el mismo Señor Jesús. Precisamente hay una belleza en esto. También Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán, Pelaías, y los levitas, explicaban la ley al pueblo mientras que el pueblo permanecía en su lugar.

Amén es una expresión de que todas y cada una esas cosas que terminamos de soliciar en oración, todas las cosas por las que alabamos a Dios, todas y cada una de las cuestiones, todo el mal y la alegría que expresamos en la oración se fundamentan en la realidad de Dios. Entonces el rey Ezequías y los oficiales ordenaron a los levitas que cantaran loas al SEÑOR con las expresiones de David y del vidente Asaf. Cantaron loas con alegría, y se inclinaron y adoraron. Y escribirás en las piedras todas y cada una de las expresiones de esta ley muy claramente. Pero como Dios es leal, nuestra palabra a vosotros no es sí y no.

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