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john
La cara estaba envuelto en paños separados. “Por eso el Padre me desea, ya que yo doy mi vida para tomarla nuevamente. Nada puede ser considerablemente más claro en la historia humana que dado que Jesucristo murió en la cruz en el Calvario en Jerusalén. Hubo varios testigos oculares de Su muerte por crucifixión. Si jamás llegaste al Martirio y habitual a Jesús como tu salvador, tu vida se te está escapando y al menos que te acerques a Jesús, vos vas a perder tu vida en el infierno.
- Hay un tiempo en la experiencia cristiana en que el sentimiento es bastante sagrado para ser profesado.
Los soldados, que habían tejido una corona de espinas, se la pusieron a Jesús en la cabeza y lo vistieron con un manto de color púrpura. 36 El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que es descreído al Hijo, no va a ver la vida, sino la furia de Dios está sobre Él. 2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó á sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio á Dios en fragancia despacio. 16 En lugar de tus padres serán tus hijos, A quienes vas a hacer príncipes en toda la tierra. 17 Ya que no envió Dios á su Hijo al planeta, para que condene al mundo, mas para que el mundo sea salvo por Él. 13 Y completamente absolutamente nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre, que está en el cielo.
The Latter Rain Ministries
Es cierto que el penitente sincero será considerado con favor. Aun a la undécima hora, la salvación no debe perderse. Hay una visión ante esos que son aceptados y perdonados, de alegría instantánea y comunión Divina una vez que esta vida haya terminado.
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Y de esta manera, cuando terminó el mal mental, aprovechó la primera oportunidad para aliviar el mal físico. Pero no debemos detenernos con la mera interpretación de este modo del grito. No fue suficiente para Jesús escapar del padecimiento. La sed corporal próximamente se calmó, pero quedaba una sed del corazón para ser satisfecha.
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john
El hombre a quien los romanos, instrumentos inconscientes de un propósito divino, colgaron y mataron. El hombre a quien sus propios discípulos abandonaron en la hora de su angustia. Este incidente fue profético del avance y la victoria de la fe cristiana. Nuestra religión verdaderamente ha triunfado, pero ha triunfado a través del padecimiento. Su curso ha sido marcado por la sangre de confesores, mártires y misioneros, y por el trabajo y la angustia de cientos de leales promulgadores. Las espinas del sufrimiento son los medios; La corona de gloria y de conquista es el objetivo.
Si nos enteramos de él, nos encontramos obligados a obedecerlo. Y se nos ha ordenado tomar nuestra cruz y proseguirlo. Nos ha ordenado que observemos la Cena del Señor en memoria de su muerte. No es honrar a Cristo postergar, sin razón suficiente, una declaración de nuestra fe en él como lo justifica su Palabra, y en verdad lo necesita. El acólito que retiene o retrasa su confesión abierta del Salvador, al llevarlo a cabo frustra su avance espiritual y felicidad.
—No redactes “Rey de los judíos” —protestaron frente Pilato los amos de los curas judíos—. Sino él era quien decía ser rey de los judíos. —¡Viva el rey de los judíos!
Puedo evocar los datos mucho más pequeños del día que mi dulce madre murió. Sé lo que leía. Recuerdo la habitación del hospital. Recuerdo la fotografía en la pared. Recuerdo como ella se miraba.
25 Y les soltó á aquel que había sido echado en la prisión por sedición y una muerte, al cual habían pedido; y entregó á Jesús á la intención de ellos. Todas las siete expresiones de la cruz, si han de ser apreciadas en su valor total, debe considerarse a la luz de las otras seis. Singularmente este es la situacion aquí. Esta palabra viene la quinta en orden. Las primeras tres expresiones especifican a Jesús pensando en las pretensiones y sufrimientos del resto en vez de en los suyos.
Están sepultados con Cristo, por su bautismo hasta su muerte. I. EL PROPÓSITO HISTÓRICO CUMPLIDO POR EL ENTIERRO DE CRISTO. Es observable que los cuatro evangelistas registran, y con varios datos, el entierro del Hijo del hombre. Esto se enseña, no tanto por la relevancia intrínseca que forma parte al entierro, sino más bien por su situación media entre la crucifixión y la resurrección de nuestro Señor. Los que tengan inquietudes sobre si confesar o no a Cristo tienen que recordar que se acerca un día en que la verdadera situación de todos los hombres respecto al Divino Redentor debe manifestarse.
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