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lucas 17 11-19
Y allí está con unas personas que están bien enfermas. La primera cosa que nos llama la atención es el hecho de la terrible patología que sufrían estos diez hombres. La lepra es conocida actualmente como “Hansen\\\’s disease”.
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Sermón: Lucas 17:11
La intervención de la acción de Jesús en los marginados, asimismo es propia de Lucas; así mismo lo observamos interactuando con mujeres, extranjeros, leprosos, etcétera. Todos ellos considerados marginados o inferiores en aquel tiempo. Jesús cura a los diez enfermos de lepra, patología en aquel tiempo considerada una “impureza infecciosa” que demandaba una purificación ritual (cf. Lv 14, 1-37). De verdad, la lepra que verdaderamente deforma al hombre y a la sociedad es el pecado; son el orgullo y el egoísmo los que engendran en el corazón humano indiferencia, odio y crueldad. Esta lepra del espíritu, que deforma la cara de la raza humana, absolutamente nadie puede curarla sino más bien Dios, que es Amor.
Yendo Jesús sendero de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. En el momento en que iba a ingresar en un pueblo, vinieron a su acercamiento diez leprosos. Los leprosos son personas que están enfermas. El acercamiento toma lugar en múltiples zonas fronterizas. Por un lado, Jesús está en la frontera entre las provincias de Samaria y Galilea (v. 11), un espacio muy correspondiente para el acercamiento de 2 extranjeros. Esto es, la geografía le da énfasis al encuentro primordial que sucede en el relato.
La Historia De Los Diez Leprosos
Algunas de estas anomalías de la salud son demasiado infecciosas , y otras un tanto menos (leucoderma y vitíligo). Ciertas son curables, al paso que otras no lo son. Los judíos y los samaritanos no se mezclaban y se evitaban unos a otros. Esos diez leprosos pedían por sanación desde la lejanía.
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lucas 17 11-19
Uno de los leprosos estaba tan feliz de que Jesús los había sanado, conque regresó y se postró a los pies de Jesús y le dio las gracias. En este momento pone como un ejemplo de gratitud al leproso samaritano, en contraste con los nueve leprosos (¿galileos?) que no regresaron hasta Jesús. Algo que me planteo con este artículo es que el ex–leproso que se dio la vuelta, vio la excelencia de Dios cuando fue curado, vio su inmenso amor, se ilumino su cabeza, alma y corazon, no vio únicamente una enfermedad que desaparecio de su cuerpo.
En el momento en que los curas juzgan limpios a los leprosos, su declaración comprobará el poder de Dios que tiene Jesús. Jesús no detalla que los leprosos vayan a un sacerdote judío. De ahí que, es concebible que el samaritano consigua ayudar a un sacerdote samaritano.
No obstante, como se anota arriba, el heleno afirma que Jesús “atraviesa Samaria y Galilea.” Esta localidad fronteriza explica por qué razón están judíos y samaritanos entre los leprosos. En situaciones normales, judíos no tendrían nada que ver con samaritanos, pero estos leprosos están unidos por la pobreza que distribuyen. Nótese también como la localización de este acontecimiento (en la región entre Samaria y Galilea) puede argumentar la inusual mezcla racial del grupo de leprosos. Es tal y como si una marginalización compartida, dejara que la desconfianza y hostilidad recíproca entre los samaritanos y judíos pudiese ser superada.
Si era de esta manera, volvían a la vida normal y eran readmitidos en el Templo y en la sociedad. Precisamente Jesús no necesita la confirmación por parte de los sacerdotes, pero nos quiere enseñar un signo que va más allá de la curación o la inclusión religiosa. La relación con Dios no es el cumplimiento de un rito sino más bien una experiencia liberadora y sanadora de lo que realmente contamina la vida. Estos leprosos se dirigen de lejos a Jesús pues cumplían las prescripciones legales evitando el contacto con la gente sanas, y le piden compasión. Quieren ser compadecidos, dejar su invisibilidad y sentirse comprendidos por alguien importante y con autoridad. De la misma en la parábola del Buen Samaritano, Jesús muestra que la compasión no es bastante, que quedarse en el mero sentimiento no solventa el inconveniente, hay que accionar a fin de que la persona recupere su dignidad.
16y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y este era samaritano. Jesús NO nos asegura una vida sin problemas, pero SI nos asegura Su presencia, Su asistencia y la Victoria final. Más allá de que la vida te de mil fundamentos para renunciar… Dios te proporciona mil y un fundamentos más para seguir adelante.
Estaban separados de la sociedad, de sus familias, del de proveer para sí mismo y los suyos el pan de cada día. De ahí que afirma el versículo 12 “Y al entrar en una aldea, le salieron al acercamiento diez hombres leprosos, los que se pararon de lejos”. Se pararon de lejos por dado que la ley les obligaba a mantener distancia para evitar todo contagio y contaminación ritual. Jesús iba camino a Jerusalén como una parte de su plan para redimir a los pecadores y sugerir su historia en sacrificio. Y pasaba entre medio de Samaria y Galilea.
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