Corto Informe que te enseña los entresijos de Mateo 4 1-11 y lo que tienes que realizar el día de hoy

mateo 4 1-11

Tentar es aguardar que la persona falle; evaluar es esperar que tenga éxito. “En Mateo 4.1 el verbo claramente tiene los 2 significados. ENTONCES Jesús fue llevado del Espíritu al desierto, para ser tentado del demonio. Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto apara ser tentado por el demonio. Al lado de nuestro deseo por ser útil a Dios y por vivir como Jesús, se nos presentarán tentaciones, como se le presentaron a Jesús.

Y tras haber ayunado 40 días y 40 noches, tuvo apetito. Y te vas a acordar de todo el sendero por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para comprender lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Sed sobrios, y velad; por el hecho de que vuestro contrincante el demonio, como león rugiente, anda alrededor tratando encontrar a quien comer descomedidamente; al que resistid firmes en la fe, sabiendo que precisamente los mismos padecimientos se van cumpliendo en nuestros hermanos en todo el mundo.

Evangelio Según San Mateo 4, 1

Por eso, paradójicamente… la cuaresma es sendero de alegría. Es cierto que Jesús tuvo esas mismas tentaciones toda la vida, lo que el artículo de el día de hoy nos quiere decir es qué actitud tuvo siempre y en todo momento para vencerlas. Me agrada, tanto el comentario que haces del evangelio de las tentaciones de Jesús,como la alusión al «anillo único que hace Estelwem.

Dios permite a sus estimados el derecho de escoger el bien o el mal, y espera bendecir la decisión correcta – esto no es tan diferente que ser padre o madre de un joven universitario. La tentación no ha perdido su poder, sino sigue siendo una fuerza activa hoy día. En su bautizo, Jesús se mantuvo leal pese a la queja de Juan. Siendo tentado, Jesús sigue fiel pese a los mucho más relevantes sacrificios del atrayente.

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Conocemos a Jesús como uno que conoce la verdad de la tentación. La una parte de nosotros que quiere proseguir fielmente a Jesús puede ser robustecido en la oración. Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el demonio lo sometiera a tentación. Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. Estamos de lleno frente al enorme interrogante de de qué manera se puede entender a Dios y de qué forma se puede desconocerlo, de de qué forma el hombre puede tener relaciones con Dios y cómo puede perderlo.

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Pasó 40 días y cuarenta noches sin comer y, en el final, tuvo apetito. Por ende, el Señor en el momento en que tuvo apetito, no fue víctima de la necesidad, sino más bien dejó el hombre a su naturaleza. No había de ser vencido el diablo por Dios, sino por la carne. En lo que se declara que habría de tener apetito tras el transcurso de 40 días, en que tenía que habitar sobre la tierra. Habría de tener apetito de la salvación humana, en cuyo tiempo, habiendo esperado el premio del Padre, recuperó al hombre a quien había redimido. En estas expresiones se manifiesta la doble naturaleza de su persona, porque es hombre a quien el demonio tienta y Exactamente el mismo es Dios al unísono, a quien los ángeles sirven.

Leemos esto en el salmo noventa, pero allí no se charla de Cristo, sino es una profecía de un hombre beato; el demonio interpreta mal las Escrituras. Si ahora confiesas su imperio sugiriendo la conversión de las piedras en pan, en vano tientas a Aquel que tiene tanto poder y si no puede llevarlo a cabo, en balde sospechas que es Hijo de Dios. Pero vencido por nosotros y aplastada la cabeza del demonio, se ve por supuesto que con la ayuda de los ángeles y de nuestras virtudes no nos habrán de faltar los auxilios del cielo. Perturbando los sacrificios del demonio, Jesús actúa como Dios y como hombre. Propuso esta operación tentando para comprender el poder de Dios en la conversión de piedras en pan y para mentir la paciencia del hombre hambriento, por la complacencia de la comida. En los santificados se ceban mucho más las tentaciones del diablo pues la victoria sobre los beatos le resulta considerablemente más agradable.

Antes de proseguir con el estudio de estos versículos queremos llevar a cabo un paréntesis utilizando el tema de la tentación y estimar su naturaleza. De nuevo, el gobierno de Dios se aproxima con el regreso de Jesús. Al anticipar su regreso, reflejemos su paz y gozo a un mundo en combate y en caos.

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En contraste con el diablo que quiere destruirnos, Dios desea edificarnos . El propósito de las pruebas no es a fin de que “fallemos”, sino más bien para que subamos de nivel (de la misma forma que los instructores pasan exámenes a sus estudiantes a fin de que se gradúen a un nuevo grado). En el instante en que alguno es tentado, no afirme que es tentado de parte de Dios; ya que Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a completamente absolutamente nadie; sino cada uno de ellos es tentado, en el momento en que de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la desaparición.

Jesús, «tras ayunar 40 días con sus 40 noches, en el desenlace sintió apetito» . En tiempos de Jesús, el número 40 era ahora rico de simbolismos en Israel. Primeramente, nos recuerda los 40 años que el pueblo de Israel pasó en el desierto, que fueron tanto los años de su tentación como los años de una particular cercanía de Dios.

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