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el estanque de betesda
En la historia del estanque de Betesda podemos consultar que habían enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, gente que no se podían servir por sí solo, gente que necesitaban de la asistencia de alguien o algo para lograr conseguir sus propósitos en la vida. Un enfermo, necesita que alguien le dé su medicina u alimento, un ciego precisa ser guiado, un cojo necesita de unas muletas para caminar, y un paralítico precisa de una silla de ruedas para moverse. Tras estas cosas había una celebración de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.
¡En el estanque de Betesda! #jesucristo #sanador #prodigioso #jesustodaviasiguesanando http://t.co/ka0zwhCin6
— Mario Adriel Ortiz (@MarioAdriel) February 23, 2014
El agua del departamento superior entonces fluía a la parte baja. 2Y había ahí en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque llamado Betesda, el cual tenía cinco pórticos. 3En estos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos que aguardaban el movimiento de las aguas. En estos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que aguardaban el movimiento del agua. Ya que un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque tras el movimiento del agua, quedaba sano de cualquier patología que tuviese.
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Jesús quien es la misericordia divina encarnada entra al estanque para evaluar una vez mas que el Dios de Israel es el único que sana enserio por su enorme poder y clemencia . El Señor se dirige a un hombre que llevaba un buen tiempo enfermo esperando que en el momento en que el agua se agitara alguien lo zambullera . El Señor se aproxima y sin mas le afirma al enfermo¿ Deseas ser sano ?
Jesús de esta forma , rompe , destroza y abochorna a la superstición . Una descripción de los estanques aparece en el Nuevo Testamento. Cerca de la puerta llamada “de las ovejas”, en el ubicación que se llama “Piscina de Betesda”, Jesús efectuó un milagro en el que curó a un hombre que por 38 años se encontraba allí, enclenque o enfermo (¡el artículo heleno no dice paralítico!). Los enfermos que de manera recurrente eran vistos en los porches del estanque de Betesda formaban 2 tipos. Esos que iban a evaluar suerte allí como parte de su búsqueda en su paseo de curación, hacia otra solución como prometida curación y esos que habían perdido toda promesa en otro medio de sanación.
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¿Has sido en algún momento el último en llegar en una carrera o el último en estudiar a atarte los cordones de los zapatos? ¿O quizás el último que terminó la labor en la escuela? El hombre de nuestra historia sabía que iba a ser siempre el último en el estanque de Betesda. Este hombre se había acostumbrado a vivir de este modo por 38 años.Cuantos esta mañana tienes años viviendo con el corazón vacío,viviendo bajo sus resoluciones,que solo le han traído mal y decepción.Por el momento no debes vivir considerablemente más años de este modo. Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que se encontraba enfermo. descendía al estanque tras el movimiento del agua, quedaba sano de cualquier nosología que tuviese”.
el estanque de betesda
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- Próximamente enrolló su lecho y miró a su alrededor para buscar a aquel que lo había sanado.
Un día están con Cristo y otro día con el diablo. Paralíticos espirituales que no llegan al templo si alguien no lo lleva. No se levantan de madrugada para llegar al templo si alguien no va y lo levanta, lo viste, lo transporta al turismo, y después lo entra al templo. Sus nervios y músculos que no habían sido empleados por muchos años, cobraron novedosa vida. Próximamente enrolló su lecho y miró a su alrededor para buscar a aquel que lo había sanado.
No se trata de decir palabras sino de la creación, de la Torá en el Sinaí. O sea lo que pienso que se desea poner énfasis al relatar las curaciones de Jesús. La palabra hablada, una palabra verdadera, una palabra como 2 filos. El verbo encarnado es una transformación espiritual a exactamente la misma vez que convierte a la palabra en un vehículo indispensable , de justicia y de amor. Opuesto a la opinión frecuente, los viejos redactes no siempre eran precisos en la preservación de cada jota y tilde del producto que copiaban. No embellececían las cosas, pero por supuesto no tenían miedo «para aclarar cuestiones», en el momento en que pensaban «que algo se encontraba faltando».
El estanque de Betesda siempre ha tenido agua, pero solo es sanadora en el momento en que el ángel de Señor la revuelve.
Logotipos es el de qué forma agua del estanque, siempre está, pero solo cuando el Espíritu Santurrón aviva a la palabra, logotipos se transforma en Rhema!— F R Trujillo Perdomo (@DomrepTrujillo) August 20, 2020
Él terminó preso en Babilonia, atado en cadenas. Qué cuadro tan real de la paga del pecado, de lo que sucede en el instante en que se deja al Señor y Satanás domina; acaba igual de indefenso que el hombre del estanque. Pero en su aflicción clamó a Dios y Dios le escuchó, le disculpó y le restauró. La impotencia puede venir de múltiples formas, puede ser física, espiritual o mental, asimismo todas y cada una al mismo tiempo.
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¿ Pero de qué forma puede ser que un Dios tan misericordioso y justo deje sin opciones de sanidad a los paralíticos ? , puesto que estos jamás podrían descender al agua por si las moscas mismos . Al paso que entre este paréntesis, ciertas Biblias modernas todavía incluyen el artículo previo (3b-4) no está incluido en los originales y mucho más fiables manuscritos de que disponemos hoy en día y por tanto no debería ser tratado como genuino.
Sin embargo, ninguna de estas opciones encaja lo suficiente con la descripción de los “cinco pórticos” de Juan conque, a lo largo de un buen tiempo, se supuso que la piscina de Juan era mucho más una creación falsa que un emplazamiento histórico real. Desde hace tiempo, la presencia de un estanque con cinco pórticos en Jerusalén se consideró algo ficcional. Sin embargo, un arqueólogo alemán demostró que Juan se refería a un lugar real al escribir sobre el milagro del estanque de Betesda en su Evangelio. Después el rey de Asiria envió al Tartán, al Rabsaris y al Rabsaces, con un poderoso ejército, desde Laquis al rey Ezequías, en Jerusalén.