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john
Por cita divina y derecho originario. “Sin embargo”, decía la profecía, “he puesto a mi Rey sobre mi colina sagrada de Sión”. Él es Cristo, esto es, el Ungido, y es el Monarca ungido de la raza humana.
Fueron entonces los soldados y quebraron las piernas al primer hombre que había sido crucificado con Jesús, y después al otro. Varios de los judíos lo leyeron, porque el localización en que colgaron a Jesús se encontraba cerca de la ciudad. El letrero se encontraba escrito en arameo, latín y heleno.
Juan 20:24
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Y tengo las llaves del infierno y de la muerte. 13 Y en media parta de los siete candeleros, uno afín al Hijo del hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por los pechos con una cinta de oro. 6 Y nos ha hecho reyes y curas para Dios y su Padre; á Él sea gloria é imperio para toda la vida jamás. 12 Por lo que asimismo Jesús, para santificar al pueblo por su sangre, sufrió fuera de la puerta. 8 Y sus cuerpos van a ser echados en las plazas de la grande localidad, que espiritualmente es llamada Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado. 15 Y matasteis al Autor de la vida, al cual Dios ha resucitado de los fallecidos; de lo que nosotros somos testigos.
B La Crucifixión De Jesús De Nazaret.
De esta manera se calificó para ser al unísono nuestro Representante frente Dios, y nuestro Hermano eterno, un Sumo Sacerdote tocado con un sentimiento de nuestras patologías. El entierro de Jesús es por ahora, puesto que establece el hecho de su muerte real. Si tal podría ser el caso, el cuerpo no podría ser depositado en la tumba y dejado allí. El planeta se afirma por error y también incredulidad cuando los cristianos no se sienten inclinados a declararse abiertamente lo que verdaderamente son. Es bastante natural para el planeta interpretar tal conducta como señalando falta de cordialidad y meticulosidad en el discipulado. Los hombres preguntan si los que están afuera no están en la misma situación que los que suben a la puerta, pero no entran.
Clarke también sugirió que Jesús no la llamó madre desde la cruz por visto que el sonido de ese nombre en esas ocasiones solo acrecentaría su agonía. (25-27) Jesús deja a su madre al precaución de Juan. (23-24) Los soldados se dividen las ropas de Jesús en cumplimiento de la profecía. Arqueólogos descubrieron en 1968 los restos de un hombre crucificado en el tiempo de Jesús. El estudio de los restos descubrió que la víctima fue clavada en la cruz en una situación sentada, ambas piernas sobre los lados, con el clavo penetrando los lados de los dos pies justo bajo el talón. Los brazos estaban estirados, cada uno de ellos clavado con un calvo en el antebrazo.
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Un miembro de una clase distinguida y privilegiada es singularmente sensible a la frialdad, el desprecio o el absurdo de aquellos cuya opinión provoca que la opinión pública tenga mucho más predominación sobre él. I. NO PODEMOS PERO ADMIRAR REVERENCIALMENTE EL AUTO OLVIDAMIENTO DEL REDIMIDOR CRUCIFICADO. La naturaleza absorbente del padecimiento corporal radical es bien conocida. En la hora de la agonía, es bien difícil para el paciente meditar en otra cosa que en sus dolores y torturas. Entendemos que el Señor Jesús fue deliciosamente sensible al padecimiento.
En el momento en que se rompían las piernas, no podía levantarse y la desaparición vendría gracias a la carencia de oxígeno. Los romanos dejaron los cuerpos de los delincuentes crucificados en sus cruces como una advertencia si se rompen nuestras leyes esto va a sucederte a ti también. Los líderes religiosos judíos querían apresurar la desaparición para poder bajar a las víctimas de la cruz antes del atardecer.
- Es un espacio donde uno alcance el perdón de los errores.
El Dr. Nico Hass, profesor de anatomía en la Universidad Hebrea lo describió como “una situación compulsiva, una situación bien difícil y antinatural,” destinada a acrecentar la agonía de la víctima. (14-16) La multitud rechaza a Jesús y Pilato lo sentencia a muerte. Pilato creía que tenía poder, pero lo que tenía era el poder de efectuar mal, de dañar.
Su pedido elocuente fue concedido, y se llevó el cuerpo. Este fue un acto público, en el que compartió y del que fue responsable. Su miedo a perder situación, casta y riqueza en este momento se fué.
La expresión “entregó el espíritu” (PAREDOKEN TO PNEUMA, verdaderamente, “entregado a Su espírit u”) nunca es utilizado con respecto a la muerte de algún otro hombre o mujer. Solo Cristo que “había venido de Dios” y en este momento debía “regresar a Dios” era capaz de realmente “entregar su vida”. Ningún hombre podría tomar Su rincón.
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