3 Técnicas para Exodus

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Y Faraón no les oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y voy a sacar mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, por enormes juicios. Y vas a hacer llegar el novillo delante del tabernáculo del testimonio, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del novillo. Y decíanles los hijos de Israel; ¡Oh, si hubíeramos fallecido por mano de Jehová en la tierra de Egipto, en el instante en que nos sentábamos a las ollas de las carnes, en el momento en que comíamos pan a hartura!

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“Van A Subir Las Ranas Sobre Ti, Sobre Tu Pueblo Y Sobre Todos Tus Siervos “\\\'”

Y va a haber enorme clamor por toda la tierra de Egipto, cual jamás fue, ni nunca va a ser. Charla ahora mismo al pueblo, que cada uno demande a su vecino, y cada una a su vecina, vasos de plata y de oro. Mas Jehová edureció el corazón de Faraón, y no deseó dejarlos ir. Y extendió Moisés su vara sobre la tierra de Egipto, y Jehová trajo un viento oriental sobre la tierra todo el que día, y toda aquella noche; y a la mañana el viento oriental trajo la langosta.

E logró las tablas para el tabernáculo, veinte tablas al lado del austro, al mediodía. Cada tabla tenía dos quicios enclavijados el uno enfrente del otro, así logró todas las tablas del tabernáculo. Y asimismo hizo las tablas para el tabernáculo de madera de cedro aparadores. Hizo además de esto cortinas de pelos de cabras para la tienda sobre el tabernáculo, y también hízolas once.

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Mas el que no asechó, sino Dios lo puso en sus manos, entónces yo te voy a poner rincón al cual huirá. Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de siervos. Y los hijos de Israel lo hicieron de este modo, que cogieron, unos considerablemente más, otros ménos.

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Y el parecer de la gloria de Jehová era como un fuego quemante en la cima del monte, a ojos de los hijos de Israel. Y envió a los mancebos de los hijos de Israel, los que ofrecieron holocaustos, y sacrificaron pacíficos a Jehová, becerros. No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen, ántes los destruirás totalmente, y quebrantarás totalmente sus esculturas. A los dioses no injuriarás, ni maldecirás al príncipe en tu pueblo. Si el ladrón no se hallare, entónces el dueño de la vivienda será llegado a los jueces para prometer si metió su mano en la hacienda de su prójimo.

Y pasados cuatrocientos y treinta años en el mismo día salieron todos y cada uno de los ejércitos de Jehová de la tierra de Egipto. Y Jehová dio gracia al pueblo delante de los Egipcios, y prestáronles, y ellos desposeyeron a los Egipcios. Y llevó el pueblo su masa ántes que se leudase, sus masas atadas, en sus sábanas sobre sus hombros. Y levantóse aquella noche Faraón, él y sus siervos, y todos y cada uno de los Egipcios, y había un enorme lamento en Egipto; por el hecho de que no había casa donde no hubiera fallecido. Y la sangre os va a ser por señal en las viviendas donde vosotros estuviereis; y voy a ver la sangre, y pasaré sobre nosotros, y no va a haber en nosotros plaga de mortandad, en el momento en que yo heriré la tierra de Egipto.

Una mujer no empieza adepta al alcohol; empieza a tomar dentro de los círculos sociales, y su corazón comienza a endurecerse. Esta es una demostración de que tan onda y severa era el endurecimiento gradual de su corazón. Bastante gente se vuelven a Dios en un tiempo de catástrofe, y en el momento en que las cosas se ponen mejor, ellos prácticamente instantaneamente cambian su corazón de nuevo endureciéndolo hacia Dios.

Y viendo Faraón, que la lluvia había cesado, y el granizo y los truenos, perseveró en pecar, y agudizó su corazón él y sus siervos. Mas el que no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus siervos y sus ganados en el campo. Por el hecho de que en este momento yo extenderé mi mano para herirte a ti y a tu pueblo de pestilencia, y serás quitado de la tierra. Y el día siguiente Jehová logró esta cosa, que todo el ganado de Egipto murió; mas del ganado de los hijos de Israel no murió uno.

Y vas a hacer barras para el altar, barras de madera de cedro, las que cubrirás de metal. Hacerle has también una criba de metal de hechura de red, y harás sobre la red 4 sortijas de metal a sus 4 esquinas. Harás también sus calderones para limpiar su ceniza, y sus badiles, y sus lebrillos, y sus garfios, y sus palas, sus vasos vas a hacer de metal. Y harás para el pabellón cinco columnas de cedro, las que cubrirás de oro, con sus capiteles de oro, y hacerle tienes que fundición cinco basas de metal. Y la mesa vas a poner fuera del velo, y el candelero frente a la mesa al lado del tabernáculo al mediodía; y la mesa vas a poner al laco del aquilón. Y alzarás el tabernáculo conforme a su traza, que te fue mostrada en el monte.

Y harás las tablas para el tabernáculo, veinte tablas al costado del mediodía, al austro. Y harás tablas para el tabernáculo de madera de cedro aparadores. Hacerle has también una moldura al derredor de anchura de una mano, a la que moldura vas a hacer una corona de oro al rededor. Y de allí me testificaré a ti, y hablaré contigo de sobre la cubierta, de entre los 2 querubines que van a estar sobre el arca del testimonio, todo cuanto yo te voy a mandar para los hijos de Israel.

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